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La singular alianza entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el OIEA celebra sus 60 años

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Una científica en el Laboratorio de Inocuidad y Control de los Alimentos del Centro Conjunto FAO/OIEA realiza ensayos mediante imagenología multiespectral para detectar adulteraciones de granos de café arábico realizadas por motivos económicos. Esta técnica analítica puede ayudar a prevenir el fraude alimentario en el café.

(Fotografía: M. Casling/OIEA)

Este mes de octubre, el Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura (Centro Conjunto FAO/OIEA) celebra un hito notable: su 60º aniversario. Establecida en 1964, esta alianza entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el OIEA ha promovido el uso de la ciencia nuclear para impulsar la seguridad alimentaria, la productividad agrícola y la sostenibilidad ambiental.

A lo largo de los últimos 60 años, el Centro Conjunto FAO/OIEA ha aprovechado las tecnologías nucleares para ayudar a los países a hacer frente a desafíos mundiales críticos, desde el aumento del rendimiento de los cultivos y la protección del ganado hasta el control de plagas, el refuerzo de la gestión del suelo y el agua, y la protección de la inocuidad y autenticidad de los alimentos.

Los Laboratorios de Agricultura y Biotecnología FAO/OIEA han sido una parte fundamental de la labor del Centro Conjunto FAO/OIEA desde que este se creó. Estos laboratorios de última generación, centrados en desarrollar tecnologías que ayuden a afrontar desafíos agrícolas y ambientales, son el pilar de las actividades del Centro Conjunto FAO/OIEA. En la actualidad, los laboratorios siguen a la vanguardia de la ciencia, la tecnología y la innovación, y continúan ofreciendo a los países servicios esenciales de investigación, creación de capacidad y transferencia de tecnología.

Sesenta años de avances en la ciencia nuclear al servicio de la seguridad alimentaria y nutricional

Desde su creación, el Centro Conjunto FAO/OIEA ha contribuido sustancialmente a mejorar los sistemas agroalimentarios mediante la aplicación de la ciencia nuclear y otras técnicas conexas en cinco esferas de trabajo claves:

Control de las plagas de insectos

El Centro Conjunto FAO/OIEA promueve activamente el desarrollo y la aplicación de la técnica del insecto estéril (TIE) y otras tecnologías de gestión de plagas basadas en la radiación. La TIE ha sido una de las funciones básicas del Centro Conjunto FAO/OIEA desde que este se creó, lo que le ha permitido controlar de manera eficaz las plagas de insectos y, al mismo tiempo, reducir o eliminar la dependencia de los pesticidas químicos. Mediante la TIE, los insectos macho de las especies seleccionadas pueden esterilizarse con radiación ionizante. En Fort Myers (Florida, Estados Unidos de América), la TIE se está utilizando para combatir los mosquitos que se han vuelto resistentes a los insecticidas.

En 2024, la TIE desempeñó un papel crucial a la hora de erradicar la mosca del Mediterráneo en la República Dominicana después de que esta especie resurgiera tras ser erradicada por primera vez en 2017. La TIE ha sido decisiva para ayudar al país a recuperar el acceso a importantes mercados de exportación.

Una científica cría moscas tsetsé en el Laboratorio de Lucha contra Plagas de Insectos del Centro Conjunto FAO/OIEA. (Fotografía: M. Casling/FAO/OIEA)

Fitomejoramiento y fitogenética

Un aspecto clave de la labor del Centro Conjunto FAO/OIEA es la promoción de la mejora por inducción de mutaciones para obtener plantas con rasgos mejorados. Esta técnica consiste en la irradiación de semillas y otros materiales vegetales para acelerar el proceso de mutación natural, con lo cual se desarrollan variaciones genéticas deseables que mejoran la productividad agrícola.

Fitotécnicos del Centro Conjunto FAO/OIEA y la India analizan un campo de sorgo en este país, alrededor de 1978. (Fotografía: A. Meike/OIEA)

A fin de apoyar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre países, el Centro Conjunto FAO/OIEA mantiene la Base de Datos FAO/OIEA sobre Variedades Mutantes, un amplio repositorio de información sobre variedades mutantes de cultivos distribuidas oficialmente. A 2024, la base de datos contiene registros de 3433 variedades mutantes mejoradas que se distribuyen en todo el mundo y abarcan más de 200 especies vegetales.

En 2022, el Centro Conjunto FAO/OIEA envió semillas a la Estación Espacial Internacional para estudiar los efectos de la radiación cósmica y la microgravedad en la fitogenética. Actualmente los científicos están analizando las mutaciones inducidas en el espacio para determinar qué rasgos podrían hacer que los cultivos sean más resistentes al cambio climático.

Gestión del suelo y del agua y fitonutrición

Las técnicas nucleares e isotópicas aportan herramientas valiosas para cuantificar y mejorar la fertilidad del suelo y la nutrición de cultivos. El Centro Conjunto FAO/OIEA elabora y transfiere soluciones para vigilar y gestionar las interacciones entre el agua, el suelo y los nutrientes, mejorando la productividad y la sostenibilidad de los sistemas de cultivo. Además, el Centro encabeza los esfuerzos para hacer frente a la contaminación y la remediación del suelo, ocupándose de problemas como los metales pesados, la resistencia a los antimicrobianos, los microplásticos y los contaminantes radiactivos.

Utilizando técnicas isotópicas con nitrógeno 15, el Centro Conjunto FAO/OIEA impartió capacitación a investigadores y agricultores locales de la República Democrática Popular Lao para optimizar el uso de fertilizantes incorporando eficazmente a estos paja de arroz y estiércol como fuentes de nutrientes. Los ensayos de campo llevados a cabo en granjas locales demostraron un aumento sustancial en la producción de arroz, lo que refuerza la seguridad alimentaria de una nación que depende en gran medida del cultivo del arroz que, a su vez, depende de las precipitaciones. Esta iniciativa no solo mejoró la productividad agrícola, sino que también promovió prácticas sostenibles cruciales para la resiliencia del sector agrícola del país.

La sonda de neutrones de rayos cósmicos que se ve al fondo envía datos en tiempo real sobre el contenido de humedad del suelo al teléfono en primer plano. (Fotografía: OIEA)

Algunas herramientas como las sondas de neutrones de rayos cósmicos están cambiando la forma en que se gestionan los recursos hídricos, ya que aportan datos precisos sobre los niveles de humedad del suelo. Al medir los neutrones naturales presentes en él, estas sondas ofrecen una monitorización precisa, en tiempo real y a gran escala del contenido de humedad.

Producción pecuaria y sanidad animal

El Centro Conjunto FAO/OIEA desempeña una función primordial en la mejora de la producción pecuaria y la sanidad animal mediante la aplicación de técnicas nucleares y otras técnicas conexas. Su labor ha impulsado mejoras en la productividad animal, la eficiencia alimenticia y el diagnóstico y control de enfermedades animales, lo que ha redundado en sistemas pecuarios más seguros y eficientes.

En agosto de 2020, con apoyo del Centro Conjunto FAO/OIEA, en laboratorios de Bosnia y Herzegovina y de Serbia se utilizó con éxito la secuenciación del genoma para caracterizar el virus de la COVID-19. Esta capacidad, basada en técnicas de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa en tiempo real (RT-PCR), permitió a los investigadores rastrear los orígenes del virus y analizar los patrones de transmisión. Los laboratorios veterinarios estaban especialmente bien preparados gracias a su experiencia con enfermedades zoonóticas, lo que permitió planificar intervenciones eficaces y compartir datos cruciales sobre mutaciones del virus.

Con apoyo del Centro Conjunto FAO/OIEA, los científicos preparan vacunas irradiadas para animales. (Fotografía: OIEA)

Para hacer frente a las enfermedades animales y zoonóticas transfronterizas, la Red de Laboratorios de Diagnóstico Veterinario del Centro Conjunto FAO/OIEA (Red VETLAB) refuerza las capacidades de diagnóstico de los laboratorios veterinarios en todos los países, en particular en África y en Asia. La Red VETLAB facilita el intercambio de conocimientos especializados, capacitación e información entre los laboratorios nacionales de diagnóstico de enfermedades animales. Además, mejora la preparación y la respuesta ante brotes de enfermedades animales y zoonóticas armonizando los enfoques regionales de detección precoz y alerta de enfermedades.

Inocuidad y control de los alimentos

El OIEA y la FAO ayudan a los países a luchar contra el fraude alimentario, detectar contaminantes nocivos y garantizar la autenticidad y la calidad de los productos alimenticios.

Por ejemplo, Viet Nam ha aumentado de manera considerable sus exportaciones de alimentos aplicando técnicas de irradiación de alimentos que previenen eficazmente la propagación de plagas transfronterizas y eliminan los microorganismos que pueden echar a perder los alimentos, garantizando así que los consumidores reciban productos inocuos.

Otro ejemplo de las iniciativas del Centro Conjunto FAO/OIEA destinadas a mejorar la inocuidad de los alimentos es la ayuda que este presta desde 2001 al Laboratorio de Inocuidad y Garantía de la Calidad de los Alimentos de Sri Lanka con miras a desarrollar capacidades avanzadas de ensayo para la detección de aflatoxinas, un peligroso contaminante producido por hongos en cultivos como el maíz y el cacahuete. Las técnicas nucleares se utilizan para vigilar la contaminación por aflatoxinas de los productos alimenticios y desempeñan un papel clave en la elaboración de reglamentos nacionales sobre inocuidad de los alimentos, garantizando que los que estén contaminados no lleguen al mercado y protegiendo a los consumidores locales e internacionales de posibles riesgos para la salud, como el cáncer.

En Bangladesh, el Centro Conjunto FAO/OIEA impartió capacitación a científicos del Laboratorio de Análisis de Residuos de Medicamentos Veterinarios (VDRAL) sobre la manera de llevar a cabo ensayos para detectar distintos peligros alimentarios y cribar y verificar la presencia de residuos y contaminantes en los alimentos. Actualmente, el VDRAL emplea diversos instrumentos y técnicas de análisis isotópicos y de base nuclear para determinar la presencia de residuos antimicrobianos y de micotoxinas en alimentos de origen animal y vegetal, y se está trabajando en la creación de capacidad para llevar a cabo ensayos microbiológicos en alimentos, entre ellos algunos de las zoonosis que se transmiten a través de la comida. Con el apoyo del Centro Conjunto FAO/OIEA, se analizan anualmente más de 3000 muestras de alimentos, como huevos, leche, pollo y camarones, para generar datos sobre residuos.

En un esfuerzo por reducir el fraude alimentario, el Centro Conjunto FAO/OIEA desarrolla y transfiere técnicas nucleares para detectar alimentos fraudulentos. Por ejemplo, con apoyo del Centro, científicos del Instituto Jožef Stefan de Eslovenia emplearon análisis isotópicos para reconocer trufas blancas fraudulentas. Este método ayuda a determinar el origen de las trufas y a prevenir eficazmente el fraude alimentario.

Sesenta años de innovación y colaboración

Con motivo de su 60º aniversario, el Centro Conjunto FAO/OIEA reflexiona sobre un legado de innovación y colaboración que subraya el papel fundamental de la ciencia y la cooperación internacional a la hora de afrontar los desafíos mundiales en la transformación de los sistemas agroalimentarios. El Centro Conjunto FAO/OIEA se dedica a desarrollar soluciones que promueven el acceso a alimentos nutritivos e inocuos para una población que va en aumento, reduciendo al mínimo el impacto ambiental de la agricultura y haciendo frente a las amenazas del cambio climático.

Para ayudar a impulsar la producción de alimentos y la nutrición a nivel mundial, el OIEA y la FAO pusieron en marcha la iniciativa Atoms4Food en el Foro Mundial de la Alimentación de 2023. La iniciativa ofrece a los países planteamientos a medida en relación con diversos aspectos de la alimentación y la agricultura, y apoya a los países en el uso de técnicas nucleares innovadoras para mejorar la productividad agrícola, aumentar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios, mejorar la producción alimentaria y la inocuidad de los alimentos y hacer frente a los desafíos del cambio climático. 

El Centro Conjunto FAO/OIEA seguirá impulsando la innovación y ofreciendo soluciones tangibles a los desafíos agrícolas en constante evolución a los que se enfrenta el mundo mediante el fomento de la investigación para el desarrollo, la mejora de la creación de capacidad y el intercambio de conocimientos, y el fortalecimiento de las alianzas.

Logros históricos

Aunque en los últimos años se han registrado muchos logros notables, a lo largo de sus seis decenios el Centro Conjunto FAO/OIEA ha desarrollado y aplicado técnicas nucleares valiosas, lo que ha tenido importantes repercusiones sobre el terreno. Entre estos logros cabe citar: un proyecto puesto en marcha en 1979 para controlar la mosca tsetsé en Nigeria, que permitió erradicar la plaga en toda la zona del proyecto en 1987; la transformación de suelos salinos en tierras de cultivo productivas tras la introducción de variedades de cebada y trigo tolerantes a la sal en Pakistán en 1978, y una contribución a la erradicación de la peste bovina a principios de la década de 1980.

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