Las contramedidas agrícolas adoptadas frente a situaciones de emergencia nuclear y radiológica son intervenciones destinadas a evitar y reducir la contaminación radiactiva en la agricultura. El control de alimentos supone regular la producción alimentaria y proteger el abastecimiento y, en última instancia, a los consumidores. A petición de los gobiernos, el OIEA brinda apoyo o negocia su prestación través de las organizaciones internacionales pertinentes, comprendida la FAO.
Control de alimentos y contramedidas agrícolas
En el contexto de una emergencia nuclear, el control de alimentos también entraña la prevención y mitigación de niveles inaceptables de radiactividad en las zonas agrícolas y la rehabilitación de estas zonas. Las contramedidas agrícolas, destinadas a contrarrestar la presencia de radionucleidos en las zonas de cultivo, comprenden una serie de opciones de gestión que son fundamentales para muchas estrategias de rehabilitación.
Junto con la FAO, el OIEA ayuda a los Estados Miembros a optimizar y fortalecer su capacidad en materia de control de alimentos y gestión de contramedidas agrícolas a fin de poder responder a las emergencias nucleares y radiológicas, fortalecer la seguridad radiológica y apoyar la producción de cultivos y la preservación de los recursos naturales.
Reducir la dosis de radiación en la cadena alimentaria
Las contramedidas agrícolas son intervenciones y actividades que se llevan a cabo con el fin de prevenir o reducir la exposición a la radiación derivada de la contaminación por radionucleidos. Si bien su principal objetivo es reducir las dosis de radiación que recibe el ser humano, transmitir tranquilidad a los consumidores y a las personas que viven en las zonas afectadas también es un objetivo importante, pues ello ayuda a mantener la confianza de la población.
Las estrategias de rehabilitación consisten en una serie de actuaciones secuenciadas con arreglo a un calendario determinado en una zona, región o país. Las contramedidas agrícolas pueden formar parte de una estrategia global que tenga como objetivo el origen de la contaminación, por ejemplo la radiactividad residual en el medio ambiente, o el modo en que la radiactividad se introduce en el ser humano (vías de exposición), por ejemplo, del suelo a los alimentos.
Muchas contramedidas agrícolas se centran en la transferencia de los radionucleidos del suelo a los cultivos, reduciendo al mínimo los efectos en los animales y los productos de origen animal, o interviniendo en la fase de producción, procesado y cocinado de los alimentos. Esas intervenciones tienen como objetivo principal, pero no exclusivo, evitar la producción de productos básicos contaminados o reducir los niveles de radionucleidos en la cadena de suministro de alimentos. En última instancia, su finalidad es disminuir la dosis de radiación que recibe el ser humano limitando la exposición a la radiactividad presente en los alimentos.