Salud animal

Las enfermedades animales transfronterizas y zoonóticas provocan la muerte de los animales y deterioran su estado, dificultan la producción y la distribución de alimentos, amenazan la salud pública y alteran los medios de vida rurales. Las técnicas nucleares y otras técnicas inmunológicas y moleculares conexas son instrumentos esenciales para hacer un diagnóstico precoz, rápido y exacto de esas enfermedades.

Las enfermedades animales se han convertido en un problema cada vez mayor, en particular si pueden propagarse a nivel internacional o transmitirse de los animales a los seres humanos (enfermedades zoonóticas). No solo causan la muerte de los animales y amenazan la salud pública, sino que además tienen graves consecuencias al limitar el comercio de animales, de alimentos de origen animal y de material genético animal, y restringir su crianza. Ello afecta directamente a la seguridad alimentaria, en especial en los entornos rurales. El cambio climático mundial y la mayor circulación de animales y personas están creando condiciones favorables para la aparición o reaparición de esas enfermedades, lo que agrava aún más el problema.

Junto con la FAO, el OIEA ayuda a los Estados Miembros a desarrollar y a adoptar tecnologías nucleares para la optimización de prácticas de gestión zoosanitaria que contribuyan a intensificar la producción pecuaria y a optimizar el uso de los recursos naturales.

Erradicación mundial de la peste bovina: un logro importante en la lucha contra las enfermedades animales

Las recientes epidemias de enfermedades zoonóticas, como el ébola y la gripe aviar (provocada por el virus de la gripe aviar H5N1/H7N9) siguen siendo una amenaza para la salud pública. Otras enfermedades que causan la muerte de animales u obligan a su sacrificio a gran escala en los países y fuera de sus fronteras, provocando la pérdida de millones de animales y un enorme costo económico, son la fiebre del valle del Rift, la peste porcina africana, la peste de los pequeños rumiantes y la fiebre aftosa, entre otras. La preparación estratégica, el diagnóstico rápido y la respuesta inmediata son importantes medios e instrumentos que permiten afrontar o incluso prevenir brotes, y planificar la contención o erradicación de esas enfermedades.

El establecimiento eficaz de redes, la actualización de las metodologías y la optimización del uso de los recursos, los instrumentos y las estrategias de ejecución permitieron que la peste bovina desapareciera del mundo en 2011. Un elemento clave fue la implantación en todo el continente africano de una tecnología de inmunoensayo —una prueba serológica—, que ha proporcionado una plataforma para seguir de cerca los programas nacionales de vacunación de la Campaña Panafricana para la Erradicación de la Peste Bovina, lo que ha evitado que los animales contraigan esa enfermedad. Esa estrategia ha generado un beneficio económico anual para la región de aproximadamente 920 millones de dólares de los Estados Unidos.

El establecimiento de esa red ha propiciado la puesta en marcha de otras actuaciones integradas por parte de los Estados Miembros y distintas organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, como la FAO, el OIEA, la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), con el fin de contener el ébola, la gripe aviar y otras enfermedades animales y zoonosis transfronterizas.

Cómo pueden contribuir las técnicas nucleares e isotópicas

Las tecnologías nucleares y otras tecnologías conexas y derivadas inmunológicas y moleculares desempeñan un papel importante y, a menudo, extraordinario, en la gestión zoosanitaria. Son fáciles de utilizar, rápidas, sensibles, específicas y robustas, y pueden ofrecer ventajas considerables con relación a otros métodos. Ello incluye el uso en el punto de atención, que respalda los esfuerzos de las autoridades veterinarias, los servicios de divulgación agrícola y los ganaderos para controlar y erradicar las enfermedades que tienen efectos negativos en la productividad y la salud de los animales.

Las razones de isótopos estables constituyen un medio de rastrear los movimientos de los animales, lo que permite evaluar con más eficacia el riesgo de transmisión de enfermedades. La exposición de patógenos a dosis controladas de radiación gamma posibilita el desarrollo de vacunas atenuadas que contienen patógenos metabólicamente activos que no se replican, capaces de propiciar una respuesta inmunológica potente y activar la memoria inmunitaria, en especial en el caso de enfermedades parasitarias, causantes de pérdidas sustanciales de producción en todo el mundo.

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