La gestión del combustible gastado implica un compromiso a largo plazo y las estrategias nacionales han de ser lo suficientemente flexibles para posibilitar la integración de nuevas tecnologías que aumenten y mejoren la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad de la energía nucleoeléctrica. En esta edición del Boletín del OIEA examinaremos las soluciones que se aplican en distintas partes del mundo.