En 2020, los incendios forestales arrasaron con un 30 % del Pantanal, el humedal más grande de América del Sur, que se extiende por Bolivia, el Brasil y el Paraguay. Los humedales se encuentran entre los ecosistemas que afrontan mayores desafíos y es necesario conservarlos para velar por la buena salud de todos los seres vivos, incluidos los seres humanos. El OIEA apoya el uso de técnicas isotópicas para estudiar y proteger estos importantes ecosistemas.
Los humedales son el hogar de muchas especies animales y vegetales y también son fundamentales para mitigar el cambio climático y adaptarse a él, porque absorben carbono y protegen contra las tormentas y las inundaciones. Es posible prevenir su deterioro mejorando su protección y gestión.
Los humedales están desapareciendo rápidamente debido a las actividades humanas: en ocasiones se los drena para crear terrenos agrícolas o se ven afectados por el uso excesivo de las aguas subterráneas que los rodean. De hecho, la extensión de los humedales naturales se redujo en un 35 % desde 1970. Según la Secretaría de la Convención sobre los Humedales, el deterioro más pronunciado en el estado de los humedales en general y de los humedales de importancia internacional, se registró en África y América Latina y el Caribe.