Isótopos estables

Los isótopos estables son formas no radiactivas de átomos. Aunque no emiten radiación, gracias a sus propiedades únicas pueden utilizarse en una gran variedad de aplicaciones, como la gestión del agua y del suelo, los estudios medioambientales, las evaluaciones de la nutrición y la ciencia forense.

De los primeros 82 elementos de la tabla periódica, 80 tienen isótopos estables. A través de la medición y el análisis de su distribución se pueden emplear en muchas aplicaciones prácticas. El OIEA presta asistencia a los Estados Miembros en la utilización de técnicas basadas en isótopos en ámbitos como la hidrología, los estudios ambientales y la agricultura, entre otros.

Una forma de utilizar los isótopos estables es midiendo su cantidad y proporción en muestras, por ejemplo de agua. Los isótopos estables naturales del agua y de otras sustancias se emplean para rastrear el origen, la historia, las fuentes, los sumideros y las interacciones en los ciclos del agua, el carbono y el nitrógeno.

Los isótopos estables también se pueden utilizar como trazadores, que se añaden deliberadamente al sistema que se desea analizar, por ejemplo en la agricultura o la nutrición. Para ello, deben separarse por medio de técnicas muy sofisticadas, como la espectrometría de masas.

Mientras que el deuterio 2H, un isótopo el doble de pesado que el hidrógeno, se usa principalmente en la investigación relativa a la nutrición, el isótopo estable más comúnmente utilizado en la agricultura es el nitrógeno 15. Muchos otros isótopos estables también se están utilizando cada vez con más frecuencia.

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