Evaluación Independiente de la Cultura de la Seguridad (ISCA)

La finalidad de las ISCA es contribuir a lograr niveles elevados de seguridad mediante la formación de una opinión acordada sobre la cultura de la seguridad de una organización y determinar ámbitos susceptibles de mejoras.

De las investigaciones de los accidentes sucedidos en centrales nucleares, como Chornóbil en 1986 y Fukushima Daiichi en 2011, se dedujo que la ausencia de una firme cultura de la seguridad nuclear fue un factor importante que contribuyó a que estos ocurrieran.

El OIEA creó el programa de examen por homólogos denominado Evaluación Independiente de la Cultura de la Seguridad (ISCA) para familiarizar a la organización solicitante con sus características de cultura de la seguridad, sus valores comunes y sus supuestos básicos. Como resultado de una ISCA, una organización podrá desarrollar y fortalecer su cultura para que todos sus miembros concedan la prioridad adecuada a la seguridad.

Las ISCA pueden ayudar a mejorar la seguridad del lugar de trabajo al determinar los pros y los contras de las interacciones entre las personas, la tecnología que estas utilizan y su organización. Asimismo, aportan información sobre la manera y la razón por las que las personas se comportan de la forma en que lo hacen en las organizaciones, y sobre los efectos positivos y negativos que tienen en su cultura de la seguridad.

El grupo ISCA emplea diversos métodos (entrevistas, cuestionarios, grupos de debate, exámenes de documentos y observaciones) para recopilar sistemáticamente una amplia variedad de datos institucionales. Estos datos multidimensionales recopilados se analizan y consolidan en una “imagen” de la cultura de la organización que, posteriormente, se compara con las características de la cultura de la seguridad y las normas de seguridad del OIEA.

El grupo ISCA se reúne con el personal directivo superior durante el examen para debatir los resultados, la información y las recomendaciones y elabora un informe detallado poco después de la evaluación. Acto seguido, el OIEA planifica una misión de seguimiento con el personal directivo superior para examinar los progresos en relación con las recomendaciones e indicaciones de la ISCA. Las misiones de seguimiento suelen realizarse de 18 a 24 meses después de la misión ISCA inicial.

Las misiones ISCA, de una duración media de entre dos y tres semanas, las llevan a cabo grupos de examen integrados como mínimo por dos expertos en cultura de la seguridad, en función del tamaño de la organización.

Los titulares de licencias de instalaciones y actividades nucleares pueden solicitar una ISCA en cualquier fase de desarrollo (p. ej., diseño, construcción, puesta en servicio, explotación y clausura).

Los Estados Miembros que deseen recibir una misión ISCA deben enviar su solicitud por correo electrónico a la División de Seguridad de las Instalaciones Nucleares del OIEA.

En la actualidad, el Organismo está elaborando una nueva versión del marco de cultura de la seguridad para armonizar el marco del OIEA existente con el de la WANO y otras instituciones. Se recopiló la información facilitada por representantes de diversos Estados Miembros y de diferentes industrias para elaborar orientaciones cuyo campo de aplicación trascienda el de la industria nucleoeléctrica. Además, se ha revisado la redacción para que el texto se preste a ser traducido a otros idiomas distintos del inglés. Puede encontrarse más información en el documento de trabajo del OIEA titulado “A Harmonized Safety Culture Model”. El marco armonizado de cultura de la seguridad se adoptará oficialmente con la próxima revisión de la publicación de la Colección de Normas de Seguridad del OIEA Nº GS‑G‑3.1, titulada Aplicación del sistema de gestión de instalaciones y actividades.

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