El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) puso en marcha un plan para afrontar una grave escasez de capacidad de atención oncológica en muchos de los países más pobres, que se centrará inicialmente en África, donde muchas veces las personas mueren de cáncer porque no tienen acceso a medicina nuclear y radioterapia que podrían salvarles la vida.
Insistiendo en que el tiempo es un factor fundamental para abordar la creciente crisis mundial del cáncer el Director General, Rafael Mariano Grossi, anunció la iniciativa del OIEA, Rayos de Esperanza, en vísperas de una cumbre de Jefes de Estado de la Unión Africana celebrada en la capital de Etiopía, Addis Abeba. En más de 20 miembros de la Unión Africana no hay ni un solo aparato de radioterapia.
“Millones de personas que viven en países menos desarrollados están muriendo a causa de ciertos tipos de cáncer que normalmente se pueden tratar y curar. Es nuestro deber moral hacer todo lo posible para invertir esta triste situación”, aseveró.
El evento de presentación, celebrado el Día Mundial contra el Cáncer, tuvo como anfitriones al Presidente del Senegal, Macky Sall, Presidente entrante de la Unión Africana, y a Didier Mazenga, Ministro de Integración Regional de la República Democrática del Congo, en nombre del Presidente Félix Antoine Tshisekedi Tshilombo, actual Presidente de la Unión Africana. El Presidente de la Comisión de la Unión Africana (CUA), Moussa Faki Mahamat, intervino en el evento, al que también asistió el Presidente de Malawi, Lazarus Chakwera.
Para dar más envergadura a la iniciativa, el Director General, Rafael Mariano Grossi, emitió una declaración conjunta con el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la que se explicaba que el tratamiento del cáncer sigue siendo inaccesible en muchas partes del mundo y que “la disparidad es particularmente grave” en África.
“Juntos, y con el nuevo impulso que nos dará Rayos de Esperanza, el OIEA y la OMS mantienen su compromiso de ampliar su estrecha colaboración de larga data para cumplir objetivos comunes, reducir las desigualdades en la atención oncológica y acelerar los avances para lograr los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible”, establece la declaración conjunta.
Se prevé que el número total de muertes por cáncer en el mundo aumentará un 60 % en los próximos 20 años hasta alcanzar los 16 millones de personas al año, una tragedia sanitaria mundial en la que los países de ingresos medianos y bajos —en África y en otros lugares— se llevan la peor parte, con tasas de mortalidad muy superiores a las de las regiones más ricas.
Rayos de Esperanza se basa en las seis décadas de experiencia del OIEA y en sus conocimientos especializados en ciencia nuclear para diagnosticar y tratar diferentes tipos de tumores. Su objetivo es movilizar recursos financieros y entidades asociadas e impulsar el compromiso político a fin de intensificar la lucha contra un flagelo que acaba con la vida de muchas personas que podrían haber recibido el tratamiento adecuado con tecnología médica moderna.
Rayos de Esperanza procura promover la atención oncológica para todos mejorando la disponibilidad de servicios de radioterapia, imagenología médica y medicina nuclear que son fundamentales para detectar y curar esta enfermedad. Esto no solo evitaría innumerables muertes —solamente en 2020 el cáncer provocó la muerte de 700 000 personas en África—, sino que también reportaría importantes beneficios sociales y económicos.
Grandes diferencias en las tasas de supervivencia del cáncer
“Rayos de Esperanza ofrece una vía de avance para combatir la disparidad mundial en la atención oncológica mediante proyectos concretos para establecer o ampliar la infraestructura necesaria, adquirir equipos de radioterapia y capacitar al personal —manifestó el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, ante la audiencia, formada por líderes y altos funcionarios públicos africanos—. Nos permitirá salvar muchas vidas y ofrecer apoyo a comunidades y economías que dependen de la salud de su población”.
Se prevé que más del 70 % de las muertes por cáncer se registrarán en los países de ingresos medianos y bajos, que todavía reciben solo el 5 % del gasto total en esta esfera. En África, cada año mueren de cáncer al menos el mismo número de personas que mueren de malaria. A las dificultades existentes se sumó la pandemia de COVID-19, que provocó una disminución drástica de los procedimientos de medicina nuclear en África.
“Esta pandemia silenciosa recibe solo una parte insignificante de la financiación disponible en otros lugares y para otras enfermedades. Por esta razón, Rayos de Esperanza del OIEA empieza en África y luego continuará en países en desarrollo del resto del mundo, — dijo el Director General, Rafael Mariano Grossi—. Juntos, podemos hacer algo importante para encarar la crisis del cáncer en África y en otros lugares”.
Las grandes diferencias en las tasas de supervivencia del cáncer entre los países ricos y pobres ponen de manifiesto las necesidades urgentes y las enormes posibilidades de salvar más vidas. En el caso del cáncer cervicouterino y del cáncer infantil, en los países de ingresos altos sobreviven siete de cada diez pacientes, frente a tres, o menos, en África.
Según un informe publicado en 2021 por una comisión de The Lancet Oncology entre cuyos autores figura el OIEA, poner fin a las deficiencias existentes en imagenología, el tratamiento y la calidad de la atención podría evitar 2,5 millones de muertes por cáncer en África. Los beneficios económicos son igual de evidentes: se calcula que por cada dólar invertido en este objetivo el rendimiento de la inversión es de 21 dólares de los Estados Unidos de América a lo largo de la vida media de los pacientes, dice el informe.
La asistencia prestada por el OIEA en las últimas décadas ha permitido a decenas de países establecer o fortalecer capacidades de medicina radiológica tecnológica y físicamente seguras y eficaces. Sin embargo, se necesitan más recursos para subsanar el enorme y persistente déficit de equipos necesarios y personal cualificado en muchas partes del mundo.
Soluciones innovadoras para el tratamiento del cáncer
Rayos de Esperanza establecerá una coalición de asociados y donantes de los Gobiernos, el sector privado y la comunidad internacional más amplia, que también trabajarán en estrecha colaboración con la OMS. Varios países han manifestado ya su intención de apoyar la iniciativa.
Incluso las inversiones relativamente pequeñas —el establecimiento y mantenimiento de una unidad de radioterapia con capacidad para tratar a 500 pacientes al año puede costar 7,5 millones de dólares — serán fundamentales para la capacidad de un país de ofrecer a sus habitantes una atención oncológica adecuada. La mitad de todos los pacientes con cáncer necesita radioterapia, una proporción que aumenta en los países en los que el cáncer a menudo se detecta tardíamente.
El Director General, Rafael Mariano Grossi, explicó que en la primera fase de la iniciativa se empezaría a trabajar de forma inmediata en los siete países siguientes: Benin, Chad, Kenya, Malawi, Níger, República Democrática del Congo y Senegal.
“Una prioridad en el marco de Rayos de Esperanza será responder a las necesidades de los Estados Miembros para mejorar el tratamiento del cáncer en África”, dice Shaukat Abdulrazak, Director de la División para África del OIEA.
A fin de ayudar a subsanar los actuales déficits de financiación, el OIEA ha preparado para los donantes y otros asociados tres tipos diferentes de paquetes de un máximo de 16 millones de dólares, en función de las necesidades de los países. Cada paquete —que puede ampliarse— cubriría los gastos de capital de una unidad de tratamiento, así como la capacitación del personal para su uso.
“Los paquetes diseñados por el Organismo no solo incluyen los costos iniciales de infraestructura, compra y capacitación, sino también el mantenimiento de los equipos, lo que permitirá al centro que abre sus puertas seguir siendo viable y sostenible en el futuro”, explica Lisa Stevens, Directora del Programa de Acción para la Terapia contra el Cáncer (PACT) del OIEA.
Las actividades de investigación y desarrollo son una parte fundamental de Rayos de Esperanza, ya que propiciarán el desarrollo de soluciones más eficaces para el tratamiento del cáncer en el futuro.
“Las soluciones innovadoras pueden desempeñar una función importantísima para ayudar a satisfacer las necesidades de acceso a la atención oncológica —afirma May Abdel Wahab, Directora de la División de Salud Humana del OIEA—. Si bien debemos aumentar la capacidad mediante el suministro de equipo y la capacitación del personal, la investigación también contribuirá a esta mejora, por ejemplo, optimizando el número de sesiones de radioterapia necesarias y logrando eficiencias para tratar a más pacientes con menos.”