You are here

Los agricultores brasileños utilizan leguminosas para reducir los costos y las emisiones de gases invernadero

,

En el Brasil, los agricultores aplican una técnica de agricultura ecológica con leguminosas que reduce los costos y ayuda a luchar contra el cambio climático. (Fotografía: Selenobaldo A. C. Sant'Anna/Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria)

Los agricultores del Brasil colaboran con científicos nucleares en un proyecto coordinado por el OIEA en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el marco del cual utilizan técnicas de agricultura ecológica para aumentar la productividad y reducir, al mismo tiempo, las emisiones de carbono. Aplican técnicas de isótopos estables para comprobar la eficacia de sus prácticas de agricultura ecológica, con las que, además de reducir costos, ayudan al medio ambiente.

La agricultura es una parte importante de la economía del Brasil, principal productor mundial de café, zumo (jugo) de naranja y azúcar, y segundo productor mundial de soja y de etanol obtenido a partir de plantas de cosecha. La producción brasileña de grano superó los 230 millones de toneladas en la temporada de cultivo de 2016-2017.  

Para tan impresionante producción agrícola se necesita un gran aporte de nitrógeno, que solía añadirse en forma de fertilizante químico. Los fertilizantes contribuyen al cambio climático ya que producen enormes cantidades de gases de efecto invernadero durante el proceso de fabricación y también cuando se aplican al suelo en cantidades que sobrepasan las que en realidad consumen las plantas.

Además, los fertilizantes que contienen nitrógeno sintético son caros, por lo que los agricultores brasileños se inclinan por utilizar la fijación biológica del nitrógeno (FBN). Esta técnica, denominada aplicación de abono verde, consiste en captar nitrógeno del aire en vez de a partir de fertilizantes químicos.

“Estudios recientes sobre la agricultura en el Brasil muestran que en torno a un 76 % de todo el nitrógeno de granos y cereales cosechados procede de la FBN y menos del 20 %, de fertilizantes nitrogenados sintéticos”, explica Segundo Urquiaga, investigador en la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria. “La utilización de la FBN mediante el cultivo de leguminosas está en pleno auge en la agricultura brasileña, sobre todo en la parte centro-occidental del país.”  

Los agricultores plantan diversos tipos de leguminosas, como habas blancas y habas de terciopelo, que tienen en sus raíces bacterias que convierten el nitrógeno del aire en una forma apta para ser consumida por otras plantas, lo que sirve de abono para el suelo. Una vez cosechadas las leguminosas y retirados los rastrojos, se plantan en el mismo terreno cultivos primarios, por ejemplo, granos y cereales, que aprovechan el nitrógeno presente ahora en el suelo y solo necesitan una cantidad mínima de fertilizantes químicos.  

“Se estima que el precio del abono orgánico en el Brasil es del orden de 1 dólar de los Estados Unidos por kilo de N. Si además de la FBN vinculada a la aplicación de abono verde tenemos en cuenta todos los beneficios económicos de la FBN, comprendida la producción de granos de soja, se estima que la sustitución de las fuentes químicas de N por N procedente de la FBN en la agricultura brasileña puede dar lugar a ahorros de hasta 13 000 millones de dólares anuales”, explica el Sr. Urquiaga. “En el Brasil ha habido un rápido desarrollo de los sistemas agrícolas ecológicos.”

Limitar las emisiones de gases de efecto de invernadero

Aunque se considera necesario emplear al menos algún fertilizante químico en la producción de cultivos para que estos sean económicamente viables, la incorporación de la FBN en las actividades agrícolas comerciales posiblemente permita reducir de forma considerable las emisiones de gases de efecto invernadero al reducir al mínimo la necesidad de tales fertilizantes sintéticos.

El Gobierno del Brasil se comprometió en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43 % hacia 2030 con respecto a los niveles de 2005. Teniendo en cuenta que la agricultura representa un 24 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, la mayor aplicación de esas prácticas agrícolas que se basan en la utilización de plantas eficientes en la FBN ayudarán al país a cumplir tal objetivo.

Luchar contra la degradación de la tierra

Además de aumentar la producción de cultivos de manera sostenible, la aplicación de abono verde contribuye a evitar la degradación de la tierra al mejorar la salud global del suelo. Como explica Jose Donizetti, agrónomo en la empresa brasileña de abono verde Piraí Sementes, “el abono verde ha estado “nutriendo” el suelo, lo que ayuda a evitar su degradación”. “Una parte importante del suelo [en el Brasil] está en avanzado estado de degradación debido a una intensa e inadecuada actividad agrícola [en el pasado].”

Síganos

Hoja informativa