“El OIEA seguirá apoyando las aplicaciones nucleares de la Argentina y su contribución al desarrollo regional mediante el uso de la ciencia y la tecnología nucleares con fines pacíficos”, dijo el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi, durante su primera visita oficial al país, donde esta semana se reúne con varios funcionarios de alto nivel y visita instituciones e instalaciones nucleares.
El Sr. Grossi se reunió el martes con Alberto Fernández, Presidente de la Argentina, y Santiago Cafiero, Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y agradeció el apoyo prestado por la Argentina a los esfuerzos del OIEA por establecer una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física alrededor de la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania. “En estos tiempos difíciles de incertidumbre, las organizaciones internacionales también deben estar a la altura de las circunstancias”, afirmó. En las últimas semanas, el Sr. Grossi ha mantenido consultas de alto nivel con Ucrania y Rusia orientadas a acordar y establecer lo antes posible una zona de protección de la seguridad nuclear tecnológica y física, subrayando que se trata de una necesidad urgente para ayudar a evitar un accidente nuclear.
En un encuentro con Flavia Royón, Secretaria de Energía, las conversaciones giraron en torno a la importancia del programa nucleoeléctrico de la Argentina y el papel que este desempeña en la matriz energética del país. La Argentina tiene tres centrales nucleares en funcionamiento: Atucha I y II, que el Sr. Grossi visitó el martes, y Embalse. El 7,5 % de la electricidad del país proviene de la energía nucleoeléctrica. Además, la Argentina está construyendo CAREM 25, su primer prototipo de reactor modular pequeño (SMR). El Sr. Grossi visitó el emplazamiento de este nuevo reactor, que albergará el sistema de contención del reactor, la sala de control y todos los sistemas de seguridad y operación. Los reactores del tipo CAREM producirán 32 megavatios de electricidad y este será el primer reactor nuclear de potencia diseñado en la Argentina.
Además de CAREM, la Argentina está construyendo un nuevo reactor de investigación denominado RA-10. El Sr. Grossi también visitó el lugar donde se está construyendo ese RA-10, que repercutirá ampliamente en los ámbitos de la salud, la ciencia y la tecnología, y la industria. “El reactor RA-10 ayudará a la Argentina a producir radioisótopos con fines médicos, de seguridad alimentaria y de agricultura, y mucho más”, dijo el Sr. Grossi.
Más allá de la energía nucleoeléctrica y los reactores de investigación, la Argentina también se está sirviendo de las aplicaciones nucleares para abordar la atención oncológica. El lunes, durante su recorrido por los avances realizados con miras a la creación del Centro Argentino de Protonterapia, el Sr. Grossi reiteró la disposición del OIEA a apoyar a la Argentina en sus esfuerzos encaminados a ofrecer tratamiento oncológico para todos, por conducto de la iniciativa del OIEA Rayos de Esperanza. Esta iniciativa que se puso en marcha este año, en el Día Mundial contra el Cáncer, tiene por objeto tratar de encontrar una solución a la desigualdad mundial en el acceso a la atención oncológica. “El cáncer es mucho más devastador en los países en desarrollo que en los países desarrollados, y la gravedad del cáncer no es lo que causa esta desigualdad —dijo el Sr. Grossi—. El problema radica en la falta de acceso a tratamientos que salvan vidas, como las diferentes formas de radioterapia”. El Centro Argentino de Protonterapia será el primero de su clase en América Latina, y utilizará la terapia con protones: una forma de radioterapia especialmente beneficiosa para tratar células tumorales en órganos vitales u otros de difícil acceso.
El Sr. Grossi también se reunió con Agustín Arbor González, Presidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), para examinar los desafíos en materia de reglamentación y la necesidad fundamental de contar con una base normativa para los diversos proyectos de la Argentina, como CAREM 25 y el Centro Argentino de Protonterapia.
El mes pasado el OIEA concluyó una misión del Servicio Integrado de Examen de la Situación Reglamentaria (IRRS), a fin de contrastar todas las funciones y responsabilidades de la ARN en materia de reglamentación con las normas internacionales de seguridad. En la misión se constató que la Argentina cuenta con un sistema regulador sólido y exhaustivo por lo que respecta a la seguridad nuclear y radiológica, y se reconoció que lleva más de 40 años impartiendo satisfactoriamente un amplio programa de enseñanza y capacitación en materia de seguridad radiológica y nuclear dirigido a los países de la región.