Una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) afirmó que el regulador de la Argentina viene demostrando, desde hace mucho tiempo, su determinación de mejorar y promover la seguridad nuclear. El grupo también recomendó ámbitos que son susceptibles de mejora.
El 2 de septiembre, el grupo del Servicio Integrado de Examen de la Situación Reglamentaria (IRRS) concluyó la misión de trece días para comparar todas las funciones y responsabilidades regulatorias de la Autoridad Regulatoria Nuclear de la Argentina (ARN) con las normas internacionales de seguridad. La misión se realizó a pedido del Gobierno de la Argentina y fue recibida por la ARN.
Las misiones del IRRS están concebidas para fortalecer la eficacia de la infraestructura nacional de reglamentación de la seguridad nuclear y radiológica, sobre la base de las normas de seguridad del OIEA y las buenas prácticas internacionales, al tiempo que reconocen que la responsabilidad de garantizar la seguridad nuclear y radiológica recae en cada país. En la Argentina, la misión también abarcó las implicaciones regulatorias nacionales de la pandemia de COVID-19.
La Argentina tiene en funcionamiento tres centrales nucleares, Atucha I y II y Embalse, que generan entre el 7 % y el 10 % de su electricidad y está construyendo su primer prototipo de reactor modular pequeño (SMR), el CAREM 25. Además, el país opera reactores de investigación e instalaciones del ciclo del combustible y utiliza fuentes de radiación en instalaciones y en actividades en los ámbitos de la investigación, la industria, la medicina y la agricultura.
El grupo IRRS, formado por 21 expertos superiores en reglamentación procedentes de Alemania, Bélgica, el Brasil, el Canadá, Cuba, España, los Estados Unidos, Filipinas, Francia, Hungría, la India, los Países Bajos, el Pakistán, Polonia, Portugal, el Reino Unido, Rusia y Suiza y por cuatro funcionarios del OIEA, así como dos observadores, llevó a cabo una serie de entrevistas y discusiones con el personal de la ARN.
El grupo también examinó los documentos presentados por la ARN y observó sus actividades regulatorias, incluidas inspecciones, en la central nuclear Embalse, una instalación del ciclo del combustible, un reactor de investigación, laboratorios, una instalación de radioterapia y una instalación de gestión de desechos radiactivos del emplazamiento de Atucha.
El grupo concluyó que la Argentina contaba con un amplio y sólido sistema de regulación de la seguridad nuclear y radiológica y reconoció que la ARN desarrolla con éxito, desde hace más de 40 años, un amplio programa de educación y capacitación en seguridad radiológica y nuclear para los países de la región.
Javier Zarzuela, Director Técnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España, órgano regulador de este país, y jefe del grupo IRRS, ha declarado que el examen ha permitido al grupo comprender de forma amplia el marco gubernamental, jurídico y regulador, lo cual ha dado como resultado recomendaciones y sugerencias que deberían beneficiar la seguridad nuclear y radiológica en la Argentina. Asimismo, ha afirmado que, al invitar a realizar este examen internacional por homólogos de alcance completo, la Argentina ha demostrado apertura, transparencia y un compromiso con la mejora continua.
El grupo IRRS también definió una serie de ámbitos de buen desempeño que pueden compartirse, en particular:
- la capacidad de la ARN para tomar sus decisiones regulatorias basándose en mediciones y evaluaciones de la seguridad radiológica realizadas en sus propios laboratorios;
- la certificación otorgada por una organización de certificación independiente de las disposiciones del plan de acción de la ARN para seguir cumpliendo con sus responsabilidades con eficacia y mantener la credibilidad durante la pandemia de COVID-19, y
- la forma sistemática e innovadora en que la ARN comunicó un nuevo reglamento de seguridad al público y los licenciatarios para garantizar su aplicación efectiva.
Además, el grupo IRRS reconoció la excelente labor preparatoria realizada por la Argentina, en particular la definición de una serie de conclusiones durante su autoevaluación que confirmó posteriormente la misión IRRS.
El grupo afirma que el principal reto de la ARN es revisar o desarrollar varios reglamentos y guías regulatorias, lo cual puede llevar su tiempo. Asimismo, el grupo IRRS formuló otras recomendaciones y sugerencias que indican los ámbitos en que es necesario o conveniente realizar mejoras para seguir aumentando la eficacia de las funciones regulatorias de conformidad con las normas de seguridad del OIEA, a saber:
- crear un fondo fiduciario para la gestión de las actividades de clausura, de los desechos radiactivos y del combustible gastado;
- establecer un proceso para examinar y revisar, según sea necesario, las normas y guías para mantenerlas actualizadas, y
- seguir reforzando la formalización del plan nacional de respuesta ante emergencias nucleares y radiológicas.
Agustín Arbor González, Presidente del Directorio de la ARN, se ha mostrado satisfecho con el proceso de la misión IRRS. Ha declarado que la Argentina tiene un largo compromiso con la seguridad nuclear y que la ARN, tras haber realizado una autoevaluación antes de la misión, está satisfecha de que, en general, el sistema regulatorio, que se basa principalmente en criterios relacionados con los resultados, cumpla las normas de seguridad del OIEA. Asimismo, ha añadido que hay algunos temas en los que hay que seguir trabajando y que la ARN está comprometida con las mejoras.
El Gobierno de la Argentina recibirá el informe final de la misión en aproximadamente tres meses.
Normas de seguridad del OIEA
Las normas de seguridad del OIEA ofrecen un marco sólido de principios fundamentales, requisitos y orientaciones para garantizar la seguridad. Reflejan un consenso internacional y son una referencia mundial para la protección de las personas y el medio ambiente de los efectos nocivos de la radiación ionizante.