En el extremo del Sudán, bajo un sol de justicia, mujeres cubiertas de colores de pies a cabeza charlan mientras recolectan verduras con las que alimentar a sus familias, sus vecinos y su economía. Sus campos florecen en medio de largas extensiones de tierra agostada gracias a que las ciencias nucleares les ha permitido aprovechar al máximo el escaso suministro de agua y optimizar el uso de fertilizantes.
“Antes no teníamos nada. Apenas había comida y teníamos que comprarla en el mercado. Ni siquiera sabíamos cómo cultivar verduras”, nos dice la Sra. Fatima Ismail, agricultora de una pequeña aldea del Sudán oriental en la que, con apoyo del OIEA, se está desarrollando un proyecto de riego por goteo desde 2015.
Estos cientos de mujeres han estado llevando vidas limitadas con pocas oportunidades de cambio. Ellas y sus familias, en muchos casos refugiadas o desplazadas internas, apenas tenían recursos alimentarios y dependían de los escasos ingresos de sus maridos. Las mujeres no tenían la opción de producir sus propios alimentos o de salir del hogar y ganarse fuera de él la vida.
Ahora, gracias a pequeñas explotaciones agrícolas y huertos familiares optimizados mediante el uso de la ciencia y la tecnología nucleares, las mujeres, sus familias y aldeas al completo pueden obtener hortalizas de todo tipo, desde cebollas y berenjenas a okra y verduras de hoja.
“Antes de esto, mi hijo sufría malnutrición y tenía que llevarle al médico muy a menudo”, dice la Sra. Haleema Ali Farage, una agricultora que participa en el proyecto. “Ahora, con más alimentos y más nutrientes procedentes de las hortalizas, lleva meses sin ir al médico”.
La ciencia fue el punto de partida de un cambio para estas mujeres. Científicos locales de la Corporación de Investigación Agrícola (ARC) recibieron capacitación y apoyo técnico de expertos del OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Los científicos aprendieron a utilizar la técnica de la sonda de neutrones para medir y determinar los niveles de humedad de sus suelos en la Granja de Investigación de Kassala, con el objetivo de calcular la cantidad de agua que necesitaban los cultivos y de optimizar el uso de fertilizantes nitrogenados (véase La sonda de neutrones y el rastreo de nitrógeno). Esos estudios sirvieron después para determinar qué cantidad de agua y fertilizante debía suministrarse a través del sistema de regadío conocido como riego por goteo.
Si las mujeres están empoderadas, pueden participar en la toma de decisiones dentro de la familia y de la comunidad. Esto contribuye a reducir la pobreza y hace que la planificación del futuro sea más eficaz. Cuando las mujeres están empoderadas, la comunidad está más empoderada.