La nutrición desempeña un importante papel en la lucha contra el cáncer, desde la prevención hasta los cuidados paliativos. El OIEA presta apoyo a los países en la utilización de técnicas nucleares para diseñar programas de prevención y orientar la asistencia sanitaria durante y después del tratamiento.
Nutrición y cáncer
Prevención del cáncer: el papel de las técnicas nucleares en nutrición
La prevención del cáncer es un componente fundamental en el control de esta enfermedad. Si se modificaran o se evitaran los factores de riesgo, se podrían evitar hasta el 50 % de las muertes por cáncer. Entre los factores de riesgo de cáncer modificables, solo el tabaco supera la obesidad y el sobrepeso, que se sitúan en segundo lugar. La composición corporal de una persona, sobre todo un nivel elevado de grasa corporal, puede predisponerla a desarrollar 12 tipos de cáncer, mientras que la inactividad física contribuye al desarrollo de 3 tipos de cáncer. En un mundo en que una de cada tres personas padece sobrepeso u obesidad, el riesgo de desarrollar cáncer supone una amenaza real para un tercio de la población, por lo que mantener controlado el peso es una prioridad mundial. Dada la existencia de pruebas sólidas que vinculan la malnutrición durante los primeros años de vida con un mayor riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles en la edad adulta, la prevención del cáncer ha de comenzar desde la gestación.
Las actividades del OIEA en el ámbito de la nutrición ayudan a los países a combatir la malnutrición y a evaluar otros factores ligados a un mayor riesgo de padecer cáncer.
- El OIEA promueve el uso de isótopos estables para evaluar la composición corporal (masa magra y masa grasa) y el gasto energético, con el objetivo de diseñar estrategias de prevención de la obesidad para todas las edades y valorar su eficacia.
- El OIEA apoya el uso de técnicas de isótopos estables para evaluar las prácticas de lactancia materna en los lactantes. Esto es fundamental, ya que la lactancia materna reduce el riesgo de que la madre padezca cáncer de mama y de que el lactante desarrolle obesidad.
- La infección por la bacteria H. pylori es el máximo factor de riesgo conocido del cáncer gástrico, el segundo con mayor índice de mortalidad en todo el mundo. El OIEA apoya el uso de una técnica denominada “prueba del aliento con urea (UBT) [13C-UBT]” para detectar la presencia de infecciones por H. pylori.
Tratamiento del cáncer: el papel de las técnicas nucleares en nutrición
La malnutrición, causada por el tumor y/o los tratamientos, es común en los enfermos de cáncer. Según se ha informado, su prevalencia en pacientes con cáncer ha llegado a ser del 80 %. La malnutrición puede desencadenar malos resultados clínicos, como períodos de hospitalización más largos, demoras en el tratamiento y mayor riesgo de mortalidad. Por esta razón, la nutrición desempeña un papel fundamental en la atención oncológica durante todo el proceso de lucha contra el cáncer.
En las últimas décadas, gracias a los avances en la detección precoz y el tratamiento del cáncer, el número de supervivientes ha aumentado notablemente. Tras el tratamiento activo del cáncer, estas personas corren el riesgo de desarrollar malnutrición, lo cual incrementa su riesgo de sufrir problemas de salud conexos, que en última instancia repercuten en su supervivencia en líneas generales. Los supervivientes de cáncer también son más propensos a fracturarse, debido a la pérdida acelerada de densidad mineral ósea como consecuencia de su tratamiento.
Las actividades del OIEA en la esfera de la nutrición refuerzan la capacidad de los países para detectar la malnutrición y monitorizar el estado nutricional de los pacientes sometidos a un tratamiento contra el cáncer, con el objetivo de mejorar su atención clínica.
- El OIEA respalda la aplicación de técnicas nucleares, como la absorciometría de rayos X de energía dual y los escáneres de TC, para evaluar la composición corporal y la densidad ósea, y así orientar las intervenciones nutricionales en enfermos y supervivientes de cáncer.
- El OIEA presta apoyo a los países en la utilización de isótopos estables para evaluar la composición corporal y el gasto energético, a fin de arrojar las pruebas que tanto se necesitan para comprender la relación entre la composición corporal, el gasto energético y el cáncer.