La prevención de la exposición innecesaria a la radiación en los procedimientos diagnósticos de medicina nuclear

» ¿Qué riesgos radiológicos se asocian con los análisis de medicina nuclear?

Los análisis de medicina nuclear son bastante seguros por lo que respecta a la actividad de los radiofármacos que se administran con fines diagnósticos. En los casos en los que se produce extravasación de un pequeño volumen de radiofármaco con elevada actividad, que podría eliminarse del sitio de inyección con mucha lentitud, la dosis absorbida en la zona podría ser lo suficientemente alta como para provocar un efecto determinista. La extravasación del contenido inyectable puede considerarse una exposición accidental a la radiación, ya que la exposición resultante es considerablemente distinta de la prevista. 

» ¿Es posible calcular la exposición de un paciente a la radiación en un estudio determinado?

Sí y no. Sí, debido a que la dosis absorbida y las dosis que se depositan en los órganos pueden calcularse, y no porque no existe ningún método para cuantificar directamente la dosis de radiación que se deposita en un órgano como resultado de la utilización de un radiofármaco. El Comité Médico de Dosis de Radiación Interna (MIRD) ha diseñado un método para calcular las dosis absorbidas que se ha adoptado ampliamente. La Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) aportó modelos y datos acerca de la biocinética. Gracias a ello es posible calcular la dosis efectiva para un gran número de radiofármacos. Los valores se proporcionan en mSv/MBq, lo que significa que para calcular la dosis efectiva que se aplica a un determinado paciente sencillamente basta con multiplicar los valores por la actividad administrada. Obsérvese que pueden haber variaciones considerables entre los distintos pacientes.

En cualquier caso, la respuesta a la pregunta es que se puede hacer un cálculo aproximado de la dosis efectiva que se administra a los pacientes. Para calcular la dosis absorbida y las dosis que se depositan en los órganos de un paciente concreto deben conocerse las emisiones de los radionucleidos, la actividad que se administra, la actividad en el órgano concreto y en el resto de los órganos, el tamaño y la forma del órgano, y las propiedades cinéticas y la calidad del radiofármaco. Esos datos no pueden conseguirse con facilidad para cada paciente.

» ¿Las pacientes que están amamantando a un lactante pueden seguir haciéndolo?

Depende del radiofármaco que se les haya administrado y su actividad. Antes de administrar un radiofármaco a una mujer que podría estar amamantando se debe llevar a cabo una anamnesis y se debe tener en cuenta si:

  • sería razonable diferir el estudio hasta que la madre haya dejado de amamantar, y 
  • se ha elegido el radiofármaco más adecuado por lo que se refiere a la excreción de actividad en la leche materna.

Con el fin de reducir al mínimo la posibilidad de que se irradie a un lactante, en los departamentos de medicina nuclear deben colocarse carteles informativos en los que se le solicite a las pacientes que notifiquen al personal en caso de que estén amamantando.

Las recomendaciones generales que se enuncian a continuación provienen de la publicación Nº 84 de la ICRP, Embarazo e irradiación médica, y pueden utilizarse como ejemplo de los períodos de interrupción de la lactancia que se recomienda observar en calidad de buena práctica:

  • tres semanas después de la administración de radiofármacos marcados con 125I, a excepción de los hipuratos marcados, y también después de administrar 22Na, 67Ga y 201Tl;
  • doce horas posteriores a la administración de hipuratos marcados con yodo y de compuestos que contengan 99mTc, excepto los eritrocitos, los fosfonatos y el ácido pentético marcados;
  • cuatro horas después de la administración de eritrocitos, fosfonatos y ácido pentético marcados con compuestos de 99mTc;
  • la lactancia materna debe suspenderse por completo tras la administración de 131I con fines terapéuticos.

» ¿Puede tenerse en cuenta la protección de los pacientes al elegir los radiofármacos para un procedimiento?

Sí.

Si para un procedimiento puede utilizarse más de un tipo de radiofármaco, deben tenerse en cuenta las propiedades físicas, químicas y biológicas de cada uno con el fin de reducir al mínimo las dosis que se depositan en los órganos y los tejidos de interés y los demás riesgos para el paciente, sin menoscabo de la información que debe obtenerse con fines diagnósticos. Además, el usuario tiene la obligación de utilizar únicamente radiofármacos procedentes de fabricantes que dispongan de licencia, que puedan garantizar que la producción se ajusta a las buenas prácticas de fabricación y que cumplan con la normativa internacional pertinente.

» ¿Debe tenerse en cuenta la protección de los pacientes al preparar y administrar radiofármacos?

Sí. 

Para administrar el radiofármaco y la actividad correctos al paciente correcto debe comenzarse por los procedimientos de preparación. Mediante los métodos de trabajo diseñados en el plano local debe asegurarse que el riesgo de mezclar distintos preparados se reduzca al mínimo. A cada preparado se le debe colocar una etiqueta en la que figuren el radiofármaco, el volumen del preparado y la actividad en una fecha y hora de referencia. Los preparados deben verificarse antes de administrar el radiofármaco. La actividad debe cuantificarse y debe colocarse una etiqueta en la que se indiquen el radiofármaco, la actividad y la fecha y hora de referencia.

La vía de administración también debe figurar en la receta y la etiqueta. En cada dosis única también deben indicarse el nombre del paciente o su número de identificación.

La identidad de los pacientes debe corroborarse con arreglo a las normas generales del hospital. A todos los pacientes se les debe proporcionar información sobre el procedimiento. A las pacientes se les debe preguntar si están embarazadas o amamantando. El formulario de solicitud debe cotejarse con la etiqueta del radiofármaco que se administrará para asegurarse de que el preparado corresponde al estudio que se solicita.

» ¿Qué principios deben observarse al prescribir la actividad que se aplicará a un paciente?

La actividad óptima para un estudio concreto dependerá del peso corporal de cada paciente, sus características metabólicas y estado clínico, el tipo de equipo que se utilice, el tipo de estudio que se haga y la duración del procedimiento.

Para un tipo dado de equipo de obtención de imágenes, el valor diagnóstico de la información que puede extraerse de una prueba varía en función de la actividad que se administre. Hay un umbral de actividad administrada por debajo del cual no se puede esperar obtener información útil. Por encima de ese nivel, la calidad de la información diagnóstica aumenta considerablemente conforme se incrementa la actividad. Una vez que se ha logrado obtener imágenes de calidad satisfactoria, los aumentos subsecuentes de la actividad administrada solo servirán para aumentar la dosis absorbida y la dosis que se deposita en los órganos, pero no el valor diagnóstico de la información que se extrae. En el caso de los pacientes pediátricos, las actividades que se administran deben reducirse en función del peso corporal o cualquier otro principio definido.

» ¿Hay límites superiores para los niveles orientativos de la actividad que se administra a los pacientes?

No. 

Los niveles orientativos deben facilitar la optimización de la protección contribuyendo a que no se exponga a los pacientes a dosis de radiación innecesariamente altas. En el sistema de niveles orientativos se incluye el cálculo de la exposición de los pacientes como parte del programa ordinario de garantía de la calidad. Los niveles orientativos no se deben aplicar a la exposición individual de pacientes concretos; son niveles que se fijan para procedimientos normalizados para grupos de pacientes de talla media o maniquíes estándar. Los niveles orientativos complementan el criterio profesional y no constituyen una línea divisoria entre el buen y el mal ejercicio de la medicina.

Los niveles orientativos deben basarse en estudios amplios, deben tener por objeto ser representativos de las prácticas de vanguardia y han de someterse a revisión conforme la tecnología avance. En caso de que no se cuente con niveles orientativos nacionales, pueden utilizarse los que figuran en las Normas básicas internacionales de seguridad del OIEA.

» ¿Cómo puede saberse si se administra la actividad correcta a un paciente?

El único método fiable es medirla con un medidor de actividad especialmente diseñado para ese fin. En las Normas básicas internacionales de seguridad del OIEA se establece que las fuentes no selladas que se utilizan en los procedimientos de medicina nuclear se deben calibrar en función de la actividad del radiofármaco que se administrará, y la actividad debe calcularse y consignarse en el momento de la utilización. Es necesario que cada departamento de medicina nuclear disponga de al menos un medidor de actividad.

» ¿Puede reducirse la dosis efectiva de radiación que se administra a un paciente después de habérsele administrado el radiofármaco?

Sí. 

Se puede lograr una disminución considerable de las dosis efectivas provenientes de la utilización de radiofármacos adoptando las medidas sencillas que figuran a continuación:

  • Hidratar a los pacientes es un método eficaz para reducir la dosis absorbida y las dosis que se depositan en los órganos como resultado de los radiofármacos que se eliminan por vía renal. Debe alentarse a los pacientes a que orinen con frecuencia, en especial inmediatamente después del estudio.
  • El uso de inhibidores tiroideos, tales como el yoduro de potasio o el perclorato de potasio, es una práctica generalmente aceptada cuando se utilizan compuestos de yodo radiactivo, salvo que el paciente presente alguna tiroidopatía.

En los estudios de pacientes embarazadas en los que se utilizan radiofármacos que se eliminan rápidamente a través los riñones, la vejiga puede llegar a ser una fuente de radiación considerable para el feto. Por consiguiente, es necesario asegurarse de que la paciente orina con frecuencia. La dosis de radiación que absorben los tejidos fetales puede reducirse aún más si los radiofármacos se administran cuando la vejiga esté parcialmente llena en lugar de hacerlo inmediatamente después de la micción.

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