La calidad de las imágenes y el control de la calidad en el campo de los procedimientos diagnósticos de medicina nuclear

» ¿Cómo se define la calidad de las imágenes? ¿De qué manera pueden obtenerse imágenes de alta calidad?

No hay una definición objetiva de calidad de la imagen, es más bien una cuestión que depende de la opinión subjetiva del observador. En el ámbito de la medicina nuclear, el fundamento de la calidad de las imágenes es la capacidad que tiene el aparato de obtención de imágenes para detectar las diferencias en la absorción de radiofármacos entre una lesión y las zonas circundantes. Por consiguiente, las imágenes de alta calidad son aquellas en las que ese contraste se observa y puede hacerse un diagnóstico correcto.

Hay varios factores que disminuyen la calidad de las imágenes, algunos de los cuales se deben a las propiedades inherentes del aparato de obtención de imágenes, por ejemplo, la resolución espacial, la resolución de energía, la falta de uniformidad o la distorsión. Hay otros factores que disminuyen la calidad de las imágenes y dependen de los pacientes y la ubicación del órgano objeto de examen. En el caso de los pacientes de gran talla hay un aumento de la influencia de los fotones dispersos. Si el estudio se centra en un órgano profundo se producirá superposición con otros tejidos, lo que aumentará los registros de fondo. Los movimientos del paciente y los órganos también disminuyen la calidad de las imágenes.

Por último, algunos factores importantes dependen del funcionamiento del aparato de obtención de imágenes y los operarios pueden optimizarlos. Entre ellos se encuentran la resolución espacial, que se puede optimizar si el detector se mantiene a la menor distancia posible del paciente, y el ruido, que puede reducirse si se eligen una duración y un tamaño de la matriz óptimos para el estudio. La radiación dispersa puede disminuirse si el analizador de la amplitud de impulsos se configura de manera correcta.

» ¿De qué manera se lleva a cabo la optimización en el campo de los procedimientos diagnósticos de medicina nuclear?

La optimización de la protección en el ámbito de la medicina nuclear tiene por objeto asegurar que se exponga a los pacientes a la radiación mínima indispensable para lograr la finalidad diagnóstica prevista, para lo cual debe lograrse un equilibrio entre la exposición de los pacientes, y, por consiguiente, el riesgo de la radiación, y la exactitud diagnóstica.

La relación entre la actividad de los radiofármacos y la exactitud diagnóstica depende sobre todo del tipo de estudio que se lleve a cabo. Además, es importante saber si el diagnóstico se basa en información cuantitativa o en un análisis visual. Tanto si se hace una sencilla cuantificación de la absorción como si se aúna a la obtención de imágenes, la actividad que se necesita depende del tipo de aparato que se utilice y de la constitución corporal, las características metabólicas y el estado clínico del paciente.

No se recomienda administrar cantidades de radiofármacos considerablemente mayores que las óptimas con el fin de mejorar ligeramente la calidad de los resultados obtenidos. Los aparatos deben operarse dentro de los límites y las condiciones que figuran en las especificaciones técnicas y los requisitos de las licencias, con el fin de asegurar que funcionarán de manera adecuada en todo momento, tanto por lo que se refiere a las tareas que deben efectuarse como a la seguridad radiológica.

Los valores para la obtención de datos deben elegirse con el fin de que las imágenes que se obtengan tengan una calidad óptima. El tipo de colimador, la ventana de energía, el tamaño de la matriz, el tiempo de adquisición, el ángulo del detector, los valores de las tomografías de emisión monofotónica o las tomografías por emisión de positrones, y el factor de zoom deben elegirse con el fin de que las imágenes que se obtengan tengan una calidad óptima. En el caso de los estudios dinámicos, la frecuencia de trama, el intervalo entre la toma de imágenes y los demás valores deben elegirse con el fin de que las secuencias de imágenes que se obtengan sean de calidad óptima. A los pacientes se les debe proporcionar información amplia sobre los estudios que se les harán. Las variables de los pacientes como la edad, las enfermedades que presentan y su talla deben tenerse en cuenta para optimizar los estudios.

» ¿De qué manera se optimiza la calidad de las imágenes en los estudios en los que se utilizan gammacámaras?

Para optimizar la calidad de las imágenes también es necesario optimizar las técnicas de obtención de imágenes con el fin de lograr la mejor calidad de imagen posible con el equipo disponible. La calidad de las imágenes depende tanto de factores técnicos como de variables relacionadas con el paciente, por ejemplo, la edad, la talla y las enfermedades que presenten. Entre los factores técnicos se incluyen las características de los aparatos que se utilizan, el protocolo de obtención de imágenes, el tratamiento de las imágenes, el ruido de las imágenes, la resolución espacial y la radiación dispersa. Para asegurar que los recursos disponibles se utilizan de la mejor manera posible, los distintos factores técnicos que intervienen en los estudios de medicina nuclear deben optimizarse para cada tipo de procedimiento.

» ¿De qué manera se resuelve el problema del ruido de las imágenes?

La principal fuente de ruido es la distribución aleatoria de fotones por cada elemento de imagen que detecta la gammacámara. Por lo general, el nivel de ruido en los estudios de medicina nuclear es mayor que el que se observa en otras técnicas de obtención de imágenes. Los niveles de ruido altos hacen que el contraste sea menos visible y reducen la calidad de las imágenes, lo que da como resultado diagnósticos menos exactos. En el caso de las imágenes en escala de grises, el ojo humano no puede detectar contrastes menores al 10 %, incluso en ausencia de ruido.

Para disminuir el ruido debe aumentarse la duración del estudio o la actividad que se administra. Si se aumenta la actividad administrada también aumentará la exposición de los pacientes a la radiación. No obstante, el número total de imágenes que se obtienen debe reflejar un equilibrio entre la duración del estudio y la capacidad de los pacientes para permanecer inmóviles durante el estudio.

Otra técnica para disminuir el nivel de ruido es aumentar el tamaño de los píxeles.  Por ejemplo, si una matriz de 256x256 píxeles se cambia por otra de 128x128 píxeles, el nivel de ruido disminuirá a la mitad. Sin embargo, el tamaño de los píxeles no debe ser demasiado grande para que no influya en la resolución espacial de la imagen.

Por último, para reducir el nivel de ruido y aumentar el contraste también pueden utilizarse técnicas de tratamiento de las imágenes, por ejemplo, la eliminación de la actividad de fondo y el uso de filtros digitales.

» ¿La actividad prescrita puede aumentarse para disminuir la duración del estudio o por algún otro motivo?

Para ilustrarlo, a continuación se muestra una lista de preguntas clásicas y sus correspondientes respuestas:

  • En el caso de los pacientes ancianos y los que cursan con dolor, ¿puede aumentarse la actividad con el fin de reducir la duración de los estudios?  
    • Sí, se trata de una alternativa que se justifica, ya que la radiación conlleva un riesgo mucho menor para los ancianos que para los adultos en general.
  • En el caso de todos los pacientes, ¿puede aumentarse la actividad con el fin de aumentar el número de pacientes que reciben atención?  
    • No. Por lo general, no se justifica hacerlo. Si se desea atender a más pacientes la alternativa más clara es aumentar el tiempo que los equipos están en funcionamiento o el número de aparatos de obtención de imágenes en servicio. Sin embargo, en el caso de que esas alternativas se descarten por motivos económicos y sociales, y haya riesgo de que los pacientes no puedan hacerse los estudios, la respuesta podría ser afirmativa.
  • En el caso de los pacientes pediátricos, ¿puede aumentarse la actividad con el fin de evitar sedarlos o aplicarles anestesia general?  
    • Sí y no. Es necesario que los niños permanezcan inmóviles durante los estudios. En el caso de los lactantes, la primera de las alternativas es, por supuesto, lograr que se duerman de forma natural, por ejemplo, alimentándolos justo antes del estudio. En el caso de los niños de mayor edad, se les puede distraer con películas o la lectura de un cuento. En ambos casos pueden utilizarse dispositivos de inmovilización. También puede utilizarse algún tipo de sedación suave. Si las únicas alternativas para hacer el estudio son aplicar anestesia general o aumentar la actividad, el aumento de la actividad podría justificarse.
  • ¿Puede aumentarse la actividad en el caso de los pacientes con cáncer a los que de todas formas se les aplicará radioterapia?  
    • No. Cada estudio debe optimizarse por separado, independientemente del número de estudios de otro tipo o de sesiones de tratamiento que requieran los pacientes.

» ¿Es indispensable contar con un programa de control de la calidad si se cuenta con una gammacámara nueva?

Sí.

El objetivo de los programas de control de la calidad es mantener el buen funcionamiento de los equipos independientemente de su antigüedad. Los programas comienzan con la primera prueba de aceptación, que consiste en aplicar un protocolo de control de calidad para valorar si el equipo cumple con las especificaciones técnicas indispensables.

El control de la calidad debe evaluarse de manera periódica y también después de que se cambien piezas fundamentales, el fabricante haga actualizaciones o se efectúen reparaciones. Dado que es fundamental que el funcionamiento general de los aparatos se mantenga estable en el largo plazo, las evaluaciones deben definirse, llevarse a cabo, consignarse y evaluarse con minuciosidad.

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