Con el apoyo del OIEA, expertos de Panamá han aprendido la manera de sacar el máximo partido a las tecnologías de la radiación para hacer modelos del movimiento de los sedimentos en el canal de Panamá y en lagos cercanos. Partiendo de esos modelos, prevén desarrollar nuevas prácticas de dragado para que el flujo de personas y productos sea constante en esta ruta marítima mundialmente conocida que, con más de 800 000 barcos anuales, es una de las vías navegables más transitadas del mundo.
A fin de que se mantengan los lazos comerciales entre los océanos Atlántico y Pacífico, los oficiales panameños deben recurrir al dragado constante, un costoso proceso que requiere equipo a gran escala de movimiento de tierra y que se complica más con las tormentas tropicales estacionales y los efectos del clima extremadamente seco. No obstante, este proceso será más barato y eficaz como resultado de un mejor conocimiento de la acumulación y el movimiento de los sedimentos en la cuenca del canal de Panamá.
Hace casi diez años, a principios de diciembre de 2010, y durante tres días, la tormenta denominada “La Purísima” hizo estragos en el litoral panameño y ocasionó más de 500 corrimientos de tierras, que dieron lugar al cierre de las principales calzadas y que envió pulsos masivos de sedimentos suspendidos a las aguas del canal de Panamá. La Purísima puso las esclusas y las presas de las cuencas del canal en una situación límite, precisándose derrames controlados y actividades de retirada de sedimentos en el canal y ocasionando, en última instancia, inundaciones y una gran turbiedad, lo que afectó a las instalaciones de abastecimiento de agua. Esto dejó algunas partes de la ciudad de Panamá sin suministros normales de agua durante 50 días. Como resultado, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tuvo que suspender temporalmente el tránsito por el canal y aplicar medidas de control para descargar el exceso de agua en los lagos. Posteriormente, los encargados de la formulación de políticas de Panamá empezaron a buscar soluciones innovadoras a las dificultades con que tropiezan la explotación continua del canal y el suministro de agua de la ciudad.
Con el apoyo de expertos del OIEA, se enseñó a contrapartes de la ACP la manera de utilizar sondas nucleónicas para conocer mejor las interacciones de los sedimentos que más perturban e interrumpen la circulación de cargas comerciales, ponen en peligro el abastecimiento de agua de bebida o perjudican el delicado ecosistema de la cuenca. Las sondas nucleónicas aprovechan la interacción entre la radiación ionizante y la materia objeto de medición, y pueden utilizarse para reseñar geográficamente y analizar el material examinado. Las sondas ofrecen un croquis vertical de la cuenca del canal y dan a conocer la densidad de los sedimentos, su ubicación y su movimiento, todo lo cual permite a los ingenieros y especialistas marítimos determinar la profundidad navegable del agua y planificar operaciones de dragado en consecuencia.
Mediante dos proyectos de cooperación técnica del OIEA, expertos de Panamá adquirieron conocimientos especializados en el uso de radiotrazadores para reseñar geográficamente el movimiento de los sedimentos. Asimismo, recibieron equipo especializado y se beneficiaron de la capacitación de personal en el uso de sondas nucleónicas.
Se capacitó a cerca de 40 ingenieros y especialistas de la ACP en el uso de estos instrumentos analíticos sensibles.