La importación y exportación de fuentes radiactivas selladas forma parte del comercio internacional. Estas fuentes atraviesan las fronteras a diario para satisfacer la demanda en diversos ámbitos, desde la medicina hasta la industria.
Para manejarlas de manera adecuada durante el comercio transfronterizo, las autoridades competentes siguen las Directrices sobre la Importación y Exportación de Fuentes Radiactivas, del OIEA, que les permiten armonizar sus prácticas con las de otros países. Esas Directrices complementan orientaciones más generales contenidas en el Código de Conducta sobre Seguridad Tecnológica y Física de las Fuentes Radiactivas, que 130 países se han comprometido a seguir.
“El compromiso político con el Código de Conducta y sus Directrices complementarias es un claro indicio de la cultura de la seguridad radiológica y la seguridad física nuclear —dice Lydie Evrard, Directora General Adjunta y Jefa del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física del OIEA—. Para lograr la seguridad tecnológica y física de las fuentes radiactivas es fundamental que la comunidad internacional aplique estos instrumentos de manera eficaz y generalizada”.
Las Directrices se publicaron por primera vez en 2005, tras la aprobación del Código de Conducta en 2003. La versión actual es una revisión de 2012 y se refiere específicamente a fuentes radiactivas de categoría 1 y 2, como el cobalto 60 o el cesio 137, altamente radiactivas y empleadas en su mayoría en las aplicaciones médicas o industriales. Es vital que la importación y la exportación de esas categorías de fuentes sea segura. Si bien son extremadamente útiles en su lugar de destino, su radiactividad constituye un riesgo elevado en caso de exposición accidental o de uso no autorizado o delictivo.
En la Conferencia Internacional sobre la Seguridad Tecnológica y Física de las Fuentes Radiactivas: Logros y Proyectos de Futuro celebrada el año pasado se destacó la importancia del Código de Conducta y sus Directrices complementarias. En ella, se recomendó a los asistentes que continuaran aplicando sus disposiciones.
Asimismo, 103 “puntos de contacto” designados por 76 países se reunieron por primera vez este año en Viena para hablar de sus experiencias, dificultades y enseñanzas extraídas. Los puntos de contacto son personas que facilitan la importación y exportación de fuentes radiactivas según lo establecido en las Directrices.
Entre las dificultades mencionadas durante la reunión cabe citar: el procedimiento que ha de seguirse cuando el país exportador no ha expresado ninguna voluntad política de cumplir las Directrices, la forma de garantizar la seguridad si el país importador no proporciona información de manera oportuna y la armonización de disposiciones con instrumentos jurídicamente vinculantes, como los de la Unión Europea.
“En las sesiones plenarias, mesas redondas y análisis de casos, se habló de las dificultades en la interacción entre puntos de contacto; tras lo cual, se redactaron mejores prácticas y recomendaciones para los países y la Secretaría del OIEA”, dice Houda Idihia, presidenta de la reunión y punto de contacto de Marruecos desde 2018.
Se recomendó, entre otras cosas, dar a los puntos de contacto acceso a catálogos nacionales de fuentes radiactivas, emplear formularios tipo de solicitud de consentimiento o de notificación antes del envío y notificar al país exportador cuando se haya finalizado la importación de la fuente.
“Los puntos de contacto son importantes para la comunicación, la coordinación y las interacciones operativas entre todas las partes interesadas responsables de la seguridad tecnológica y física de las fuentes radiactivas, como los órganos reguladores, los servicios de aduana, los proveedores, los servicios de transporte y los licenciatarios”, dice Deyana Dosieva, punto de contacto de Bulgaria y Jefa del Departamento de Protección Radiológica del Organismo de Reglamentación Nuclear.
El OIEA organiza reuniones periódicas para promover el intercambio de información entre puntos de contacto y divulgar conocimientos sobre sus funciones.