El reactor de investigación TRIGA Mark II, que forma parte del Centro Nacional de Energía, Ciencias y Tecnologías Nucleares (CNESTEN), comenzó a funcionar en 2007. En la legislación nuclear del país, promulgada en 1971, y en su legislación sobre responsabilidad civil, promulgada en 2005, no se previeron posibles amenazas como el terrorismo nuclear, y, según el Sr. Mrabit, el órgano regulador carecía a la sazón de suficiente independencia, por lo que recurrió al OIEA en busca de ayuda.
“Por un lado, están la legislación y los reglamentos; por el otro, los explotadores, que son los principales responsables de la seguridad. Entre ambos y permanentemente, se necesita de un órgano regulador independiente con unas funciones y unas responsabilidades claramente definidas en materia de, por ejemplo, autorización e inspección”, expresa el Sr. Mrabit.
En 2014, el OIEA ayudó a Marruecos a elaborar y promulgar una nueva legislación nuclear y a crear un nuevo órgano regulador independiente que depende del Primer Ministro del país. En 2016, expertos de la AMSSNuR elaboraron un plan de acción estratégico para mejorar su sistema de reglamentación. Más de 30 partes interesadas de los ministerios, las organizaciones profesionales y los institutos de apoyo técnico pertinentes y el OIEA participaron en el proceso.
El reactor de investigación TRIGA Mark II es la mayor instalación nuclear de Marruecos y, por lo tanto, es prioritaria para las autoridades y los expertos técnicos del país. Contribuye a diversas actividades, como la investigación y la capacitación en las esferas de la medicina nuclear, las aplicaciones industriales y la gestión de los desechos radiactivos. El apoyo del OIEA en materia de supervisión reglamentaria incluye misiones de examen, asistencia en la elaboración de reglamentos y conocimientos técnicos especializados.
Marruecos también se ha convertido en un centro nodal de capacitación para la supervisión reglamentaria de los reactores de investigación en África del Norte y otros lugares.
“Se necesita de una visión y un plan claros”, señala Farhana Naseer, funcionaria de seguridad nuclear del OIEA. “Marruecos ha tenido un enfoque coherente, estratégico y graduado desde el primer día. La experiencia del país será una buena fuente de prácticas óptimas y un modelo para otros países”.