Los drones pueden aumentar considerablemente la eficacia y la rentabilidad de una técnica de base nuclear que se emplea para luchar contra insectos vectores de enfermedades. Se trata de un gran avance, porque permitirá ampliar la utilización de ese método para luchar contra los mosquitos trasmisores del dengue y el zika.
El estudio, publicado en la revista Science Robotics, analiza el uso de drones para transportar y liberar mosquitos tratados con la técnica del insecto estéril (TIE), un método empleado con éxito en la Argentina, el Ecuador y muchos otros países del mundo contra plagas agrícolas, como la mosca del Mediterráneo. En los últimos años, los científicos del OIEA y de instituciones asociadas han estado estudiando opciones para ampliar el uso de esta técnica a los moquitos vectores de enfermedades.
En la TIE, se utiliza la radiación para esterilizar a un grupo de machos criados en masa. Posteriormente, se libera a esos insectos para que se apareen sin dejar descendencia y se reduzca la población de la especie con el paso del tiempo.
El método requiere introducir en la naturaleza grandes cantidades de ejemplares estériles que gocen de buena condición física. Con el prototipo de dron, se pueden transportar 50 000 mosquitos por vuelo y soltarlos en un área de 20 hectáreas en tan solo 10 minutos.
"Las conclusiones del estudio constituyen un gran avance para ampliar el uso de la TIE a los mosquitos", afirma Jérémy Bouyer, principal autor del estudio y entomólogo médico de la División Mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura.
A diferencia de otros insectos, los mosquitos son frágiles y pueden lastimarse si se los transporta en los aviones o los autogiros que se emplean habitualmente en las sueltas aéreas. Antes de la llegada de los drones, los mosquitos irradiados se solían liberar en tierra mediante un proceso costoso y lento.
“Si se tratara de una suelta terrestre, nos tomaría dos horas y el doble de recursos humanos abarcar las zonas que recorre un dron en un vuelo de 10 minutos”, explica Bouyer. “Creemos que mediante el uso de drones se reducirán considerablemente los costos de operación y se mantendrá la calidad de los insectos estériles”.
Gracias a la suelta de mosquitos mediante drones, se podría generalizar el uso de la TIE y aliviar la carga que las enfermedades transmitidas por esos insectos representa para los sistemas sanitarios. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2019 hubo más de 3 millones de casos de dengue y más de 33 000 casos de zika en las Américas.
El OIEA ha diseñado este nuevo método en colaboración con la FAO y con WeRobotics, un grupo sin ánimo de lucro. Las pruebas de campo se han llevado a cabo en los alrededores de Juazeiro, en el estado de Bahía (Brasil), con la ayuda del programa brasileño Moscamed.
Según Bouyer, gracias a esas pruebas se ha comprobado que los mosquitos esterilizados pueden competir por las hembras silvestres. “El estudio ha demostrado que, cuando se realizan correctamente los procesos de cría en masa y transporte, los machos irradiados pueden ser muy competitivos”.
Por otra parte, el OIEA se esfuerza por automatizar la etapa de separación por sexos durante la cría de los mosquitos. Ese paso fundamental del proceso evita la liberación de las hembras, que con su picadura trasmiten enfermedades. En la actualidad esa clasificación se realiza manualmente y requiere cuantiosas inversiones de dinero.
Por último, el OIEA y sus asociados están intentando crear una versión más pequeña del dron, que podría transportar hasta 30 000 mosquitos. Según Bouyer, eso sería un gran avance, ya que un dron más liviano cumpliría las estrictas normas relativas al sobrevuelo de algunas zonas urbanas que presentan una población elevada de mosquitos Aedes.
De cara a su aplicación a gran escala, el OIEA y la OMS reunirán datos epidemiológicos sobre la eficacia de esta variante de la TIE para reducir el número de contagios de algunas enfermedades transmitidas por mosquitos, en especial el dengue.