Muchas de las actividades de nuestra vida cotidiana producen contaminantes que van a parar al medio ambiente. La presencia de estas sustancias en el aire, el agua o el suelo afecta a los ciclos biológicos, geológicos y químicos. Mediante el uso de herramientas y técnicas nucleares, los expertos pueden estudiar estos procesos y ocuparse de los contaminantes y de los entornos en los que se han acumulado.
Por lo que respecta a la contaminación atmosférica, las herramientas nucleares e isotópicas pueden usarse para rastrear los metales pesados, los gases de efecto invernadero y las partículas y gases radiactivos en la atmósfera.
En cuanto a la contaminación terrestre, gracias a las técnicas nucleares es posible detectar y medir con precisión los contaminantes. El OIEA presta asistencia a los países que desean monitorizar, diseñar y evaluar iniciativas de protección del medio ambiente mediante el uso de dichas técnicas.
En lo concerniente a la contaminación del agua, las técnicas nucleares e isotópicas más avanzadas permiten medir la contaminación y recopilar datos que pueden ser de utilidad para las autoridades que se ocupan del medio ambiente. Por ejemplo, en enero, el OIEA envió una misión investigadora de expertos en respuesta al derrame de petróleo en el Perú causado por la erupción volcánica en Tonga, para apoyar los esfuerzos del país por limpiar el vertido de petróleo y mitigar al máximo las consecuencias negativas.