Los instrumentos nucleares que suministra el OIEA junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a países de todo el mundo desempeñan una función de importancia crucial en la investigación, la detección, el diagnóstico y la caracterización de enfermedades zoonóticas como la COVID-19. También son importantes para comprender y rastrear los cambios en un virus. En descubrimientos recientes en los Países Bajos y Dinamarca se ha registrado, por primera vez, que las infecciones por COVID-19 se transmiten de los seres humanos a los visones y de estos de vuelta a los humanos, lo que demuestra que el virus se adapta con rapidez a nuevos huéspedes. Entender esas mutaciones es fundamental para el desarrollo de una vacuna eficaz contra el virus causante de la COVID-19 y otros virus similares.
El OIEA y la FAO han establecido una plataforma que promueve y facilita el acceso a tecnología de secuenciación genética a laboratorios de todo el mundo con el objetivo de permitir una comprensión cabal de los agentes patógenos de circulación local o introducidos. Hasta la fecha, el OIEA cuenta con más de 3000 presentaciones de laboratorios de contraparte y 24 publicaciones que se valen del servicio de secuenciación genética de diversos virus, incluidos los coronavirus, en revistas revisadas por expertos.
“El descubrimiento reciente en granjas de visones danesas pone de relieve la necesidad de monitorización y vigilancia constantes en la interfaz animales-seres humanos, así como de instrumentos de diagnóstico y vigilancia adecuados para los científicos y laboratorios de todo el mundo que puedan utilizarse para detectar y caracterizar agentes patógenos de forma temprana y rápida, vigilar su evolución e investigar nuevos agentes patógenos conforme aparecen y evolucionan”, afirma Gerrit Viljoen, Jefe de la Sección de Producción Pecuaria y Salud Animal del Programa Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura.
Si el virus cambia su estructura cuando se adapta a múltiples huéspedes, puede volverse hiperpatógeno y más letal para los seres humanos cuando se transmite de vuelta a ellos.