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Estudio del OIEA: tras la COVID-19 el número de pruebas de diagnóstico de cardiopatías no se normaliza al mismo ritmo en todas las regiones

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El número de exámenes de diagnóstico de cardiopatías, que disminuyó debido a la pandemia, ha comenzado a recuperarse a un ritmo diferente en cada región. (Fotografía: A. Silva/OIEA)

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción a nivel mundial: cada año 18 millones de personas mueren a consecuencia de cardiopatías según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“La pandemia sacudió los sistemas de salud de todas las regiones y afectó a los servicios que se ocupan de enfermedades crónicas, como las cardíacas”—explica Diana Páez, Jefa de la Sección de Medicina Nuclear y de Diagnóstico por Imágenes del OIEA—. La recuperación de los servicios de diagnóstico de cardiopatías no ha sido igual en las diferentes partes del mundo. En los países de ingresos altos ha sido más rápida que en los de ingresos bajos”.

Evaluación de las consecuencias de la COVID-19

En marzo de 2020, la OMS declaró la COVID-19 como pandemia. Cuando se inició el brote, el OIEA realizó un estudio internacional para cuantificar la disminución de procedimientos para diagnosticar cardiopatías. Los resultados indicaron que, entre marzo de 2019 y abril de 2020, los procedimientos rutinarios, como los ecocardiogramas, las angiografías y las pruebas de resistencia, se redujeron en un 64 % en todo el mundo. Las disminuciones regionales más pronunciadas tuvieron lugar en América Latina y en la región de Oriente Medio y Asia Meridional, donde alcanzaron un 80 %.  

A través del Sistema Internacional de Integración de la Investigación, el OIEA realizó en abril de 2021 un segundo estudio de seguimiento, cuyos resultados se publicaron a mediados de 2022 en el Journal of the American College of Cardiology. En él, los científicos analizaron el número y los tipos de exámenes de imagenología cardíaca realizados en 669 centros de salud de 107 países y llegaron a la conclusión de que, tras un año de pandemia, el número de procedimientos comenzaba a aumentar de nuevo, pero no a la misma velocidad en todas las regiones. Por ejemplo, Oriente Medio y América Latina no se habían recuperado aún de la disminución producida por la COVID-19, mientras que los países de ingresos medianos altos se habían recuperado en un 99 % y, en los de renta alta, la cantidad de procedimientos era incluso mayor a la de 2019.

“Esta disminución del número de procedimientos de diagnóstico por la imagen puede empeorar realmente la situación de las cardiopatías en algunos países en los próximos años y, por consiguiente, aumentar las disparidades de salud cardiovascular en todo el mundo” —dice Andrew Einstein, cardiólogo e investigador de la Universidad de Columbia en Nueva York, y coautor del estudio junto con la Sra. Páez—.

Según el estudio, en abril de 2021 la frecuencia de las pruebas de resistencia aún era un 12 % inferior en comparación con marzo de 2019. Por el contrario, la frecuencia de las pruebas de imagenología avanzada aumentó: las tomografías computarizadas (TC) cardíacas se incrementaron en un 14 %, las tomografías por emisión de positrones (PET) en un 14 % y la imagenología por resonancia magnética (IRM) en un 25 %.

“Tendremos que ver si en los próximos años se mantienen esa disminución en el uso de pruebas de resistencia y ese aumento del número de pruebas de imagenología cardíaca avanzada”—dice el Sr. Einstein—. Me parece que podría ser un cambio positivo, en la medida en que diversificaría las pruebas y los tipos de imagenología. No existe una prueba que se acomode a todos los pacientes. Intentamos encontrar la más indicada para cada paciente en el momento oportuno”.  

En el estudio también se concluye que el 40 % del personal sanitario padeció estrés psicológico a consecuencia de la pandemia, lo cual afectó la atención brindada en el 78 % de los centros de salud. Este porcentaje es relativamente estable en todas las regiones: un 38 % de los médicos en los países de ingresos bajos y un 37 % en los países de ingresos altos declaró padecer estrés relacionado con la pandemia.

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