El 24 de febrero de 2022 comenzó el conflicto en Ucrania y, por primera vez en la historia, las instalaciones de un programa nucleoeléctrico de gran envergadura se han visto afectadas. Numerosos sucesos, como bombardeos, ataques aéreos, dificultades relacionadas con la dotación de personal y las condiciones de trabajo y cortes en el suministro eléctrico externo, han afectado la seguridad nuclear tecnológica y física en los emplazamientos.
Dos instalaciones nucleares pasaron a estar bajo el control de las fuerzas armadas rusas: el emplazamiento de la central nuclear de Chornóbil, entre el 24 de febrero y el 31 de marzo de 2022, y la central nuclear de Zaporiyia, bajo el control de la Federación de Rusia desde el 4 de marzo de 2022. El OIEA rápidamente adoptó medidas para estabilizar la crítica situación de la seguridad nuclear tecnológica y física y evitar un accidente nuclear en Ucrania.