Aplicaciones no eléctricas

La energía nuclear tiene el potencial de aumentar la seguridad energética e hídrica a escala mundial con aplicaciones no eléctricas, como la desalación de agua de mar, la producción de hidrógeno, la calefacción urbana y diversas aplicaciones industriales. El OIEA respalda y facilita el desarrollo de las aplicaciones nuevas y emergentes de tecnologías nucleares.

Las aplicaciones no eléctricas de la energía nuclear pueden aportar soluciones sostenibles a una serie de problemas energéticos que tendrán que afrontar las generaciones presentes y futuras. Existe un interés creciente en todo el mundo por la utilización de la energía nuclear en aplicaciones como la desalación de agua de mar, la producción de hidrógeno, la calefacción urbana y diversas aplicaciones industriales.

Se ha demostrado que la desalación nuclear es una opción viable para atender la creciente demanda de agua potable en el planeta que da esperanza a las regiones de zonas áridas y semiáridas que sufren graves problemas de escasez de agua. Asimismo, la desalación nuclear puede emplearse eficazmente en la gestión hídrica de las centrales nucleares, sobre todo en las regiones que adolecen de escasez de agua, con vista al suministro constante de agua en todas las fases de construcción, explotación y mantenimiento de las centrales nucleares.

El hidrógeno, del cual no hay yacimientos naturales, desempeña un papel clave en muchas aplicaciones industriales y es ampliamente reconocido como fuente de energía ecológica apta para ser utilizada como combustible limpio para el transporte que no contribuye al calentamiento global. Las tecnologías de producción nuclear de hidrógeno ofrecen un gran potencial y varias ventajas con respecto a otras fuentes que podrían tenerse en cuenta para aumentar de manera creciente la participación del hidrógeno en una futura economía energética mundial. Además de reducir los impuestos sobre el carbono, la aportación de electricidad a la producción de hidrógeno está disminuyendo debido a las temperaturas más elevadas que alcanzan los reactores nucleares de alta temperatura. Por añadidura, la generación de electricidad a esas altas temperaturas es mucho más eficiente y, en consecuencia, más económica.

Las aplicaciones industriales y la cogeneración nuclear entrañan la integración de las centrales nucleares con otros sistemas y aplicaciones. Además de utilizarse para la desalación y la producción de hidrógeno, el calor generado por las centrales nucleares puede emplearse con otros muchos fines, como por ejemplo, para la refrigeración y el suministro de calefacción y calor industrial.

El OIEA respalda y facilita el desarrollo de las aplicaciones nuevas y emergentes de tecnologías nucleares mediante la cogeneración y las aplicaciones de calor, entre ellas la desalación de agua de mar. Posibilita el intercambio de información sobre las diversas aplicaciones no eléctricas; publica documentos técnicos y de índole económica, colabora con los Estados Miembros en el marco de programas coordinados de investigación y organiza reuniones técnicas sobre la materia. El Organismo ha creado una serie de instrumentos informáticos para facilitar información a las autoridades decisorias de los Estados Miembros sobre la viabilidad de las aplicaciones no eléctricas que utilizan energía nuclear.

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