El eritema y las lesiones cutáneas

El eritema es un enrojecimiento de la piel secundario a inflamación, que suele deberse a la acumulación de células del sistema inmunitario y las sustancias químicas que esas células segregan. El eritema puede tener muy distintas causas, por ejemplo, la exposición al calor, las picaduras de insectos, las infecciones, las alergias, y la exposición a radiaciones no ionizantes (como la luz solar y la luz ultravioleta) e ionizantes (como los rayos X y la radiación nuclear).

Preguntas frecuentes sobre las lesiones cutáneas

» ¿Cuándo se presentan reacciones adversas cutáneas y por qué motivo ocurren?

El tiempo de aparición de las reacciones adversas y las lesiones cutáneas depende de la dosis de radiación que reciba la piel. Las reacciones adversas se clasifican en: a muy corto plazo (si se presentan antes de que hayan transcurrido 2 semanas de la exposición), a corto plazo (si se presentan entre 2 y 8 semanas después), a medio plazo (si se presentan al cabo de entre 6 y 52 semanas) y a largo plazo (si se presentan tras 40 semanas o más). El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (NCI) diseñó un sistema para clasificar las reacciones adversas cutáneas en cuatro categorías en función de su intensidad, siendo 1 la categoría de menor intensidad y 4 la de mayor intensidad.

Es improbable que se produzca una reacción cutánea adversa si la superficie de la piel se expone a dosis de radiación menores a 2 Gy. En ocasiones pueden presentarse reacciones adversas de poca intensidad tras aplicar dosis de 2 a 5 Gy. A muy corto plazo suele presentarse eritema transitorio (enrojecimiento de la piel) y a corto plazo alopecia (pérdida o caída del pelo). Por lo general todas las reacciones adversas desaparecen a medio plazo y no dejan secuelas visibles a largo plazo (a las 40 semanas o más). En el caso de las dosis de 5 a 10 Gy, a muy corto plazo aparece eritema transitorio y entre 2 y 8 semanas después de la irradiación se presentan eritema y alopecia.

Todas las reacciones adversas que se presentan al administrar una dosis cercana al extremo inferior del intervalo de 5 a 10 Gy desaparecen por completo a medio y largo plazo. Tras administrar una dosis cercana al extremo superior de este intervalo (alrededor de los 10 Gy), a medio plazo pueden presentarse reacciones adversas como eritema prolongado y alopecia parcial permanente y, a largo plazo, otras como atrofodermia (adelgazamiento de la dermis) y/o induración (endurecimiento) de la piel. Las reacciones adversas cutáneas que se presentan con dosis de hasta 10 Gy suelen calificarse en la categoría 1 de la clasificación del NCI. 

A dosis de entre 10 y 15 Gy, a muy corto plazo aparece eritema transitorio. En las primeras fases pueden presentarse eritema, alopecia y, en ocasiones, descamación seca. Por lo general la descamación desaparece a corto plazo (al cabo de entre 2 y 8 semanas). Es posible que a medio plazo se produzcan eritema prolongado y alopecia permanente. A largo plazo suele presentarse atrofodermia y/o induración de la piel. Además, como resultado de la radiación, también podrían aparecer telangiectasias y la piel podría adelgazarse. En este intervalo de dosis se presentan las reacciones adversas cutáneas propias de las categorías 1 y 2 de la clasificación del NCI.

Las reacciones adversas cutáneas más intensas (que corresponden a las categorías 3 y 4 de la clasificación del NCI) pueden aparecer tras administrar dosis de radiación mayores de 15 Gy. Por supuesto, cuanto mayor sea la dosis, más intensas serán las reacciones adversas. A muy corto plazo (antes de que hayan transcurrido 2 semanas) suele aparecer eritema transitorio. Si se administran dosis muy altas, en el mismo plazo podrían presentarse edema y úlceras de inicio repentino. Entre las reacciones adversas a corto plazo figuran el eritema, la alopecia y la descamación húmeda. A medio plazo (al cabo de 6 a 52 semanas) puede producirse atrofodermia. Si las zonas de descamación húmeda no sanan correctamente también pueden formarse úlceras. Con dosis de radiación más altas podría producirse necrosis cutánea que requiera resolución quirúrgica. A largo plazo podrían aparecer telangiectasias secundarias a radiación, atrofodermia y/o induración de la piel y úlceras de inicio tardío. En caso de que las lesiones perduren y se extiendan hacia tejidos más profundos podría ser necesario efectuar una intervención quirúrgica (colocar un injerto cutáneo).

Si desea más información sobre este tema, sírvase consultar:

  • STECKER, M.S., BALTER, S., TOWBIN, R.B., et al., Guidelines for Patient Radiation Dose Management, J. Vasc. Interv. Radiol. 20 (2009) S263–S273. 
  • BALTER, S., HOPEWELL, J.W., MILLER, D.L., WAGNER, L.K., ZELEFSKY, M.J., Fluoroscopically guided interventional procedures: A review of radiation effects on patients’ skin and hair, Radiology, 254 2 (2010) 327-341. 
  • REHANI, M.M., SRIMAHACHOTA, S., Skin injuries in interventional procedures, Radiat. Prot. Dosimetry (2011).

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