La protección radiológica de los pacientes con cataratas

» ¿Qué procedimientos radiológicos y situaciones clínicas se asocian con la administración de dosis de radiación altas al cristalino?

En el caso de procedimientos como las tomografías computarizadas (TAC) de cráneo, de senos paranasales, de huesos temporales y orbitales, y en procedimientos neurointervencionistas, con frecuencia los ojos se encuentran en el campo sobre el que se aplica el haz de rayos X principal. Existe la posibilidad de que se apliquen altas dosis de radiación a los ojos si no se utilizan técnicas adecuadas para optimizar la protección ocular. En el cuadro que figura a continuación se recogen las dosis de radiación que se aplican a los ojos en el marco de distintos estudios y procedimientos. En los casos en los que los ojos no se encuentran bajo el campo del haz principal (es decir, en los estudios de regiones corporales distintas a la cabeza), la dosis secundaria a la radiación dispersa es muy pequeña. Los pacientes que presentan enfermedades recidivantes o crónicas son algunos de los que suelen requerir someterse a estudios con frecuencia. Por ejemplo, el 26 % de los pacientes que presentan hidrocefalia suelen recibir dosis de radiación en los cristalinos mayores a 150 mSv en un plazo de tres años. En el caso de los pacientes pediátricos, como resultado de someterlos a varias TAC de cráneo los cristalinos reciben dosis acumuladas promedio de 26 mGy durante algunos años, aunque la dosis puede llegar hasta los 1,3 Gy BE.

» ¿Cuáles son las dosis de radiación que por lo general se aplican al cristalino en el marco de procedimientos diagnósticos e intervencionistas?

En el cuadro que figura a continuación se muestran los valores de radiación característicos por lo que respecta a la dosis absorbida por el cristalino de los pacientes:

Cuadro 1: Dosis de radiación características que recibe el cristalino de pacientes adultos y niños que se someten a distintos procedimientos radiológicos*

Procedimiento         

Dosis de radiación que reciben los ojos (mGy)

TAC (adultos)
TAC de cráneo ordinaria
(estudios con maniquí) [JASU]

25-103

TAC de cráneo, secuencial [AB]

62

TAC de cráneo, helicoidal [AB]

43

TAC de cráneo, 250 mAs [CHI]

51

TAC de cráneo, 100 mAs [CHI]

29

TAC de senos paranasales, corte frontal [ZA]

35

TAC de senos paranasales, corte transversal [ZA]

24

TAC nasosinusal (estudio simple) [MA]

32

TAC de los huesos temporales
(distintas técnicas) [NI]

1,7-52

TAC de columna cervical [CHA]

1,9-9,7

TAC (niños)
TAC de cráneo para lactante [KO]

4,4-12

TAC de cráneo para niño [MI;YA]

32-56

Procedimientos intervencionistas para adultos

 

Neurorradiología intervencionista
(embolización) [SA;THMO]

60-380

Neurorradiología intervencionista
(colocación de coils[SA]

51

Dilatación del
sistema de drenaje lagrimal con balon intraluminal [IL]

38

Angiografía cerebral [IL]

3,3-31

Intervención coronaria percutánea [BA]

0,46-0,49

Angiografía coronaria [BA]

0,19-0,47

Otros procedimientos
TAC de haz cónico de los dientes [PR]

0,14

Tomosíntesis digital nasosinusal [MA]

0,11

* El valor de estas dosis características puede ser por lo menos 2 veces mayor o menor (si se emplean métodos novedosos para disminuir las dosis adicionales y técnicas de reconstrucción iterativa).

» ¿Cómo puede gestionarse la dosis de radiación que se aplica al cristalino con el fin de evitar dañar a los pacientes?

Siempre que sea posible, los órganos sensibles (como el cristalino) deben excluirse del campo que se someterá a estudio. En función del tipo de procedimiento, hay varias medidas que pueden disminuir la dosis de radiación que se aplica al cristalino sin menoscabo de la obtención de imágenes con valor diagnóstico:

  • En el caso de las TAC de cráneo, el área de la región que se someterá a estudio debe definirse de manera individual y mantenerse lo más pequeña posible. Se ha demostrado que la dosis de radiación que recibe el cristalino disminuye si durante los estudios se utilizan distintos cortes (al modificar el ángulo del túnel para producir haces con distintos ángulos) con el fin de no irradiar las órbitas, o si se hacen tomografías helicoidales en lugar de secuenciales. En el caso de las tomografías helicoidales, por lo general la amplitud de las imágenes es mayor que en los estudios secuenciales, lo que facilita la reconstrucción multiplanar. En el caso de las tomografías secuenciales, el túnel puede colocarse en distintos ángulos para disminuir hasta cierto punto el índice de dosis en tomografía computarizada, técnica que no puede utilizarse en los estudios helicoidales. Aunque la dosis efectiva de una TAC helicoidal de los huesos temporales (0,80 mSv) es mayor que si hacen cortes transversales con haces directos (0,64 mSv) o solo frontales (0,57 mSv), es menor que las dosis efectivas combinadas. Por lo general los dos tipos de estudio con haces directos se hacen de forma consecutiva en una sola sesión, lo que da como resultado que se aplique una dosis efectiva bruta de 1,2 mSv. La dosis de radiación que se aplica al cristalino al hacer estudios secuenciales es de 53 mGy, mayor que la que se administra en los estudios helicoidales (40 mGy). En el caso de las TAC helicoidales de huesos temporales, si se cambian los valores de referencia del estudio para no irradiar los ojos disminuye aún más la dosis de radiación que recibe el cristalino. De ese modo la dosis de radiación que se aplica al cristalino puede disminuir hasta 10 mGy. En el caso de los aparatos en los que el túnel no se puede angular, al hacer una TAC de cráneo debe ponerse sumo cuidado en colocar la cabeza en la posición adecuada. Al igual que en la mayoría de los estudios radiográficos, la exposición de los pacientes a la radiación puede ser muy distinta en función del valor de mAs que se utilice.
  • En los procedimientos intervencionistas, para disminuir la dosis de radiación que se aplica al cristalino pueden ponerse en práctica todas las medidas que se utilizan en fluoroscopia con ese fin, por ejemplo, evitar utilizar de manera innecesaria el fluoroscopio y solo tomar las imágenes indispensables, estrechar la colimación, limitar la duración de la fluoroscopia y la frecuencia de trama de la imagen, emplear fluoroscopia de impulsos de baja velocidad y utilizar técnicas para vigilar la exposición a la radiación. Utilizar determinadas proyecciones, tales como la oblicua-lateral, permite aumentar la eficiencia del procedimiento y al mismo tiempo disminuir la dosis de radiación que se aplica al cristalino. Además, hay estrategias para gestionar las dosis de radiación específicas para los distintos procedimientos. Por ejemplo, al hacer una dacriocistoplastia con balón, la dosis de radiación que se aplica al cristalino del ojo enfermo es considerablemente menor que la que recibe el ojo sano (4,6 mGy frente a 38 mGy). En este procedimiento, si se disminuye al mínimo el uso de la proyección lateral y se estrecha la colimación para el ojo enfermo se disminuye la dosis que recibe el ojo sano. 
  • En algunos casos, si los ojos están fuera de la zona sobre la que se efectuará el estudio se pueden emplear blindajes externos contra la radiación dispersa. Debe pensarse cuidadosamente si se emplearán blindajes para proteger los órganos superficiales que se encuentran en la zona objeto de estudio, ya que, aunque disminuyen de manera considerable las dosis que reciben los órganos, pueden producir artefactos y disminuir la calidad de las imágenes. A modo de ejemplo, en cuanto a las TAC, si la corriente del tubo de rayos X se modula en función de los órganos se obtiene una reducción de la dosis del 30,4 %, mientras que si se utiliza blindaje de bismuto se obtiene una reducción del 26,4 %. También pueden obtenerse disminuciones de la dosis parecidas si únicamente se disminuye el valor del mAs en un 30 %. Sin embargo, la modulación de la corriente del tubo de rayos X en función de los órganos hace posible obtener imágenes de mayor calidad que las que se consiguen con blindaje de bismuto, al tiempo que se consiguen disminuciones parecidas de la dosis de radiación que reciben los ojos.

Si desea obtener información complementaria, sírvase consultar:

  • PRINS, R., DAUER, L.T., COLOSI, D.C., et al., Significant reduction in dental cone beam computed tomography (CBCT) eye dose through the use of leaded glasses. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 112 (2011) 502-507.
  • SANDBORG, M., ROSSITTI, S., PETTERSSON, H., Local skin and eye lens equivalent doses in interventional neuroradiology. Eur Radiol 20 (2010) 725-733.
  • STEIN, E.G., HARAMATI, L.B., BELLIN, E., et al., Radiation exposure from medical imaging in patients with chronic and recurrent conditions. J Am Coll Radiol 7 (2010) 351-359.
  • SUZUKIA, S., FURUIA, S., ISHITAKEB, T., et al., Lens Exposure during Brain Scans Using Multidetector Row CT Scanners: Methods for Estimation of Lens Dose. Am J Neuroradiol 31 (2010) 822-826.
  • THEODORAKOU, C., HORROCKS, J.A., A study on radiation doses and irradiated areas in cerebral embolisation. Br J Radiol 76 (2003) 546-552.
  • WANG, J., DUAN, X., CHRISTNER, J.A., LENG, S., GRANT, K.L., MCCOLLOUGH, C.H., Bismuth Shielding, Organ-based Tube Current Modulation, and Global Reduction of Tube Current for Dose Reduction to the Eye at Head CT. Radiology 262 (2012) 191-198.
  • YAMAUCHI-KAWAURA, C., FUJII, K., AOYAMA, T., KOYAMA, S., YAMAUCHI, M., Radiation dose evaluation in head and neck MDCT examinations with a 6-year-old child anthropomorphic phantom. Pediatr Radiol 40 (2010) 1206-1214.
  • ZAMMIT-MAEMPEL, I., CHADWICK, C.L., WILLIS, S.P., Radiation dose to the lens of eye and thyroid gland in paranasal sinus multislice CT. Br J Radiol 76 (2003) 418-420.

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