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Declaración introductoria del Director General del OIEA ante la Junta de Gobernadores

Viena, Austria

Rafael Mariano Grossi, Director General del OIEA. (Fotografía: D. Calma/OIEA)

(Tal como fue preparado para su lectura)

Señora Presidenta:

Tras los ataques del viernes contra emplazamientos nucleares de la República Islámica del Irán, el conflicto militar continúa. Como informé a la Junta de Gobernadores del OIEA y luego al Consejo de Seguridad de la ONU el viernes pasado, el OIEA está monitorizando atentamente la situación. Nuestro Centro de Respuesta a Incidentes y Emergencias ha estado en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, desde el principio, determinando la situación de las instalaciones nucleares del Irán y el nivel de radiación en los emplazamientos pertinentes mediante una comunicación constante con las autoridades iraníes.

El OIEA está preparado para responder a cualquier emergencia nuclear o radiológica en el plazo de una hora.

Sobre la base de la información de que dispone el OIEA, a continuación se describe la situación actual de los emplazamientos nucleares del Irán. 

No se han producido daños adicionales en el emplazamiento de la planta de enriquecimiento de combustible de Natanz desde el ataque del viernes, que destruyó la parte que se encuentra sobre el nivel del terreno en la planta piloto de enriquecimiento de combustible, una de las plantas en las que el Irán producía uranio enriquecido hasta el 60 % en U 235. 

La infraestructura eléctrica de la instalación, que incluía una subestación eléctrica, un edificio principal de suministro de energía eléctrica y generadores de suministro eléctrico de emergencia y de reserva, también quedó destruida.

No ha habido indicios de ataque físico a la sala subterránea de cascadas que contiene parte de la planta piloto de enriquecimiento de combustible y la planta de enriquecimiento de combustible principal. Sin embargo, la pérdida de suministro eléctrico en la sala de cascadas puede haber provocado daños en las centrifugadoras que se encuentran allí.

El nivel de radiactividad fuera del emplazamiento de Natanz se ha mantenido sin cambios y en rangos normales, lo que indica que este suceso no ha tenido efectos radiológicos externos para la población o el medio ambiente.

En las instalaciones de Natanz hay contaminación radiológica y química. Teniendo en cuenta el tipo de material nuclear presente en esa instalación, es posible que los isótopos de uranio contenidos en el hexafluoruro de uranio, el fluoruro de uranilo y el fluoruro de hidrógeno estén dispersos dentro de la instalación. La radiación, compuesta principalmente por partículas alfa, supone un peligro considerable en caso de que se inhale o se ingiera uranio. Sin embargo, este riesgo puede manejarse eficazmente con medidas de protección adecuadas, como el uso de dispositivos de protección respiratoria mientras se esté dentro de las instalaciones afectadas. La principal preocupación dentro de la instalación es la toxicidad química del hexafluoruro de uranio y los compuestos de floruro que se generan al entrar en contacto con el agua.

No se han observado daños en el emplazamiento de la planta de enriquecimiento de combustible de Fordow ni en el reactor de agua pesada de Khondab, actualmente en construcción. La central nuclear de Bushehr no ha sido objetivo ni se ha visto afectada por los recientes ataques, como tampoco ha sido el caso respecto del reactor de investigación de Teherán. 

En el emplazamiento nuclear de Isfahán, cuatro edificios sufrieron daños en el ataque del viernes: el laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, la planta de fabricación de combustible para el reactor de Teherán y la instalación de procesamiento de uranio metálico enriquecido a partir de UF4, que estaba en construcción.

Al igual que en Natanz, los niveles de radiación fuera del emplazamiento se mantienen sin cambios.

Saludo la cooperación y el intercambio de información entre las autoridades iraníes y el OIEA. En estas difíciles y complejas circunstancias, es crucial que el OIEA reciba información técnica puntual y periódica sobre las instalaciones y sus respectivos emplazamientos. Esta información es necesaria para informar rápidamente a la comunidad internacional y garantizar una respuesta y una asistencia eficaces ante cualquier situación de emergencia en el Irán. Sin ella, no podemos evaluar con precisión las condiciones radiológicas y las posibles repercusiones en la población y el medio ambiente, ni prestar la ayuda necesaria.

El Organismo está y seguirá estando presente en el Irán. Las inspecciones de salvaguardias en el Irán continuarán tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan, conforme lo exigen las obligaciones de salvaguardias del Irán en virtud del TNP.

Estoy en contacto con los inspectores sobre el terreno; su seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad y se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar que no resulten lesionados.

Estoy dispuesto a viajar inmediatamente y dialogar con todas las partes pertinentes para ayudar a garantizar la protección de las instalaciones nucleares y el uso pacífico continuado de la tecnología nuclear de conformidad con el mandato del Organismo, lo que incluye el despliegue de expertos del Organismo en seguridad nuclear tecnológica y física, además de los inspectores de salvaguardias que se encuentran en el Irán, siempre que sea necesario.

Señora Presidenta:

La escalada militar pone en peligro vidas, aumenta la posibilidad de una emisión radiológica con graves consecuencias para las personas y el medio ambiente y retarda la indispensable labor hacia una solución diplomática que garantice a largo plazo que el Irán no adquiera un arma nuclear.

En consonancia con los objetivos del OIEA y su Estatuto, hago un llamamiento a todas las partes para que actúen con la máxima prudencia a fin de evitar una nueva escalada.

La semana pasada la Junta aprobó una importante resolución sobre las obligaciones del Irán en relación con las salvaguardias. La resolución, si bien contenía importantes disposiciones en relación con la proliferación, también destacaba el apoyo a una solución diplomática a los problemas que plantea el programa nuclear iraní. Los Estados Miembros del OIEA tienen un papel crucial y activo que desempeñar para apoyar la transición urgente de la escalada militar a la diplomacia. Les insto a seguir todas las vías diplomáticas posibles y les aseguro que sigo dispuesto a cumplir mi función, entre otras cosas viajando lo antes posible para evaluar la situación y garantizar la seguridad tecnológica, la seguridad física y la no proliferación en el Irán.

Podría decirse que no hay esfuerzo más importante y universalmente respaldado que garantizar que la humanidad utilice el enorme poder del átomo para el bien y no para la destrucción. Durante más de 60 años, el OIEA ha sido fundamental para ayudar a sus Estados Miembros a convertir este deseo en un avance real.

En el marco del mandato claro y los recursos únicos del OIEA, reafirmo la disposición del Organismo para facilitar debates técnicos y apoyar esfuerzos que promuevan la transparencia, la seguridad tecnológica, la seguridad física y la resolución pacífica de las cuestiones relacionadas con la energía nuclear en el Irán.

Distinguidos colegas:

Por segunda vez en tres años, asistimos a un dramático conflicto entre dos Estados Miembros del OIEA, en el que los establecimientos nucleares son objeto de ataques y la seguridad nuclear se ve comprometida.

Al igual que ha ocurrido con el conflicto militar entre la Federación de Rusia y Ucrania, el OIEA no se quedará de brazos cruzados durante este conflicto.

Podemos actuar y actuaremos en el marco de nuestro mandato estatutario para ayudar a evitar un accidente nuclear que podría tener consecuencias radiológicas imprevisibles. Para que el OIEA pueda actuar, tendrá que entablarse un diálogo constructivo y profesional, y esto debe ocurrir cuanto antes.

Por espinoso que esto pueda parecer en medio del fragor de un conflicto militar continuo, ya hemos demostrado antes que, incluso en tales circunstancias, una asistencia técnica respetuosa e imparcial puede beneficiar a todos.

Continuaré comunicándome constantemente con las partes enfrentadas para buscar la forma más adecuada de lograr esto y pido a los Estados Miembros que me secunden en estos esfuerzos. Espero que esta Junta, y especialmente los Estados Miembros con mayor capacidad para hacerlo, atiendan este llamamiento para ayudar al OIEA a asistir a quienes hoy intercambian disparos, a fin de evitar lo peor. Siempre hay tiempo y siempre hay lugar para la diplomacia.

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