Un Grupo de Tareas del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) —creado el año pasado para examinar la seguridad en la aplicación de la Política Básica del Japón para la manipulación del agua tratada almacenada en la central nuclear de Fukushima Daiichi— ha llevado a cabo esta semana una nueva misión en el país para examinar sus planes técnicos actualizados en relación con la descarga de agua.
Estas actualizaciones del Japón, preparadas en parte como respuesta a las observaciones recibidas durante el proceso de examen de la seguridad que está realizando el OIEA, incluyen cambios con respecto al estudio de impacto ambiental radiológico previo a la descarga y los programas de seguimiento conexos.
El Gobierno del Japón anunció en abril de 2021 su Política Básica sobre la manipulación de más de 1,25 millones de metros cúbicos de agua tratada almacenada en la central mediante su descarga al mar, con sujeción a la aprobación de la Autoridad de Reglamentación Nuclear del Japón.
El Grupo de Tareas del OIEA, integrado por especialistas del OIEA y expertos externos de 11 países, está llevando a cabo un examen plurianual de la seguridad del plan de descarga del Japón en relación con las normas internacionales de seguridad pertinentes del OIEA.
Como parte de su segunda misión para evaluar los elementos relacionados con la seguridad del plan de ejecución de la TEPCO, el Grupo de Tareas se reunió esta semana en Tokio con la Compañía de Energía Eléctrica de Tokio (TEPCO), operadora de la central nuclear de Fukushima Daiichi, y el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (MECI).
El agua almacenada en los tanques del emplazamiento de Fukushima Daiichi se trata mediante un proceso conocido como Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) para eliminar la mayor parte de la radiactividad. El tritio, que no puede eliminarse mediante el ALPS, y algunos niveles muy bajos de otros radionucleidos, permanecen en el agua tras haber sido procesada. Antes de que comience la descarga prevista para 2023, la radiactividad del agua ha de someterse a una adecuada caracterización para efectuar un estudio preciso del impacto ambiental radiológico, a fin de garantizar la seguridad de las personas y el medio ambiente.
En el informe de la primera reunión con la TEPCO y el MECI que tuvo lugar en febrero de 2022, el Grupo de Tareas pidió, entre otras cuestiones, que se aclarara en mayor medida la caracterización efectuada por la TEPCO del agua tratada que habrá de descargarse. Al examinar esta semana los planes actualizados, el Grupo de Tareas observó que el Japón había abordado ese asunto en sus enmiendas. El Grupo de Tareas seguirá estudiando esas cuestiones concretas.
Por lo que respecta a una serie de temas, como los equipos e instalaciones relacionados con la seguridad, y el intercambio de información con las partes interesadas y la participación de estas (incluidos los países vecinos), el Grupo de Tareas observó que el Japón ha proporcionado la información adicional conforme a lo previsto. El Grupo de Tareas hará un seguimiento de los aspectos importantes en relación con la transparencia y el intercambio de información.
“Las conclusiones extraídas por el Grupo de Tareas en su primera misión, en febrero de 2022, se estudiaron en profundidad y han quedado reflejadas en las revisiones del plan efectuadas por el Japón. El OIEA proseguirá su examen imparcial y con base científica del plan de descarga propuesto”, señaló el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi.
Emplazamiento de Fukushima Daiichi
Durante la semana, el Grupo de Tareas también visitó la central nuclear de Fukushima Daiichi para examinar los progresos en el diseño y la construcción de equipos e instalaciones para la descarga, incluido el túnel que se está construyendo para transportar un kilómetro mar adentro el agua tratada.
“Era vital que el Grupo de Tareas viera por sí mismo los avances en la construcción de la instalación de dilución de agua y el túnel submarino —afirmó Gustavo Caruso, Director del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física del OIEA y Jefe del Grupo de Tareas—. Nuestra visita para ver el equipo y las instalaciones que se utilizarán para la descarga es esencial para que podamos comprender aún mejor este proceso como parte de nuestro examen de la seguridad”.
Al aceptar la solicitud del Japón el año pasado, en la que se pedía la asistencia del OIEA para garantizar que la descarga se realiza de manera segura y transparente, de acuerdo con las normas internacionales de seguridad del OIEA, el Director General, Sr. Grossi, dijo que el OIEA llevaría a cabo el examen antes, durante y después de la operación de descarga. Este examen exhaustivo se estableció para abarcar tres cuestiones: aspectos técnicos, aspectos reglamentarios y el muestreo y análisis independientes.
El informe de la misión realizada esta semana se pondrá a disposición en un plazo de tres meses.
Antes de la operación de descarga prevista para 2023, el OIEA publicará una evaluación exhaustiva sobre la seguridad de la descarga, que incluirá todos los componentes del examen: técnicos, reglamentarios y relativos al muestreo y análisis independientes.
El Grupo de Tareas llevará a cabo su próxima misión del 16 al 20 de enero de 2023 y, en ese marco, se reunirá con la Autoridad de Reglamentación Nuclear en el Japón para seguir examinando de manera directa los aspectos reglamentarios de la descarga. Aquí puede consultarse el informe (en inglés) de su primera misión sobre aspectos reglamentarios.