A pesar de las sequías y la constante escasez de precipitaciones que han afectado al Sahel durante los últimos decenios, esta región alberga masas de aguas subterráneas ricas.
El aumento de la demanda de agua debido al crecimiento demográfico y la incertidumbre que afecta a los recursos hídricos como consecuencia de los efectos del cambio climático y del uso de la tierra llevan a plantearse cómo garantizar la inocuidad de este recurso y si existe en cantidades suficientes para atender el consumo, la producción alimentaria y la higiene. En el caso de una región semiárida como el Sahel, disponer de los instrumentos científicos adecuados para obtener más información sobre las reservas de agua subterránea puede significar contar con agua limpia a largo plazo.
Por medio de un proyecto de cooperación técnica del OIEA que se inició en 2012, científicos de Argelia, Benin, Burkina Faso, el Camerún, el Chad, Ghana, Malí, Mauritania, el Níger, Nigeria, la República Centroafricana, el Senegal y el Togo recibieron capacitación en materia de recogida de muestras de agua para la realización de análisis isotópicos a fin de llevar a cabo un estudio detallado de las reservas de agua subterránea. El proyecto abarcó tramos de cinco importantes sistemas acuíferos transfronterizos: el sistema acuífero de Iullemeden, el sistema de Liptako-Gourma-cuenca superior del Volta, la cuenca senegalo-mauritana, la Cuenca del Lago Chad y la cuenca Taoudeni.
A lo largo de cuatro años, se recolectaron más de 2000 muestras de agua de distintos acuíferos, tanto durante las estaciones secas como durante las húmedas.
“Utilizando trazadores isotópicos y químicos, los científicos pudieron recopilar información importante sobre el origen, los patrones de flujo, el tiempo de residencia y la tasa de renovación de las aguas subterráneas”, afirma Kamel Zouari, Profesor y Jefe de Laboratorio de la Escuela Nacional de Ingeniería de Sfax (Túnez), quien participó en el proyecto. “Además, determinaron las interacciones hidráulicas entre los acuíferos someros y los profundos, así como entre los acuíferos y el agua superficial. Esta información se ha incluido en una base de datos específica para cada cuenca.”
Esas actividades de investigación llevaron a la creación del primer gran panorama general de las aguas subterráneas del Sahel, que abarca una superficie de cinco millones de kilómetros cuadrados. “En general, los sistemas acuíferos situados en las distintas cuencas compartidas constituyen una considerable reserva de agua de buena calidad que puede cubrir la mayoría de las necesidades humanas”, declara el Sr. Zouari.
En general, los sistemas acuíferos situados en las distintas cuencas compartidas representan una importante reserva de agua de buena calidad que puede cubrir la mayoría de las necesidades humanas.