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La iniciativa NUTEC Plastics ayuda a proteger la biodiversidad en las islas Galápagos

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La contaminación por plásticos procedentes de ultramar sigue llegando a las playas de las Islas Galápagos. Isla San Cristóbal, 2019 (Fotografía: F. Oberhaensli/OIEA)

A fin de hacer frente a la creciente amenaza que plantea la contaminación marina por microplásticos en las Islas Galápagos, la iniciativa TECnología NUclear para el Control de la Contaminación por Plásticos (NUTEC Plastics) del OIEA se ha asociado con el Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR) y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) del Ecuador para crear capacidad en materia de monitorización y análisis de microplásticos.  

Reconocidas por su increíble variedad de subespecies y sus adaptaciones evolutivas únicas, las Islas Galápagos son a veces descritas como un “laboratorio viviente de la evolución” por su posición aislada en el océano Pacífico, a unos 1000 kilómetros al oeste del Ecuador continental.

“Para preservar la rica biodiversidad del archipiélago, el Parque Nacional Galápagos ha puesto en marcha políticas ambientales de protección muy estrictas con el fin de mantener la integridad de la flora y la fauna únicas que habitan en las islas —señala María José Marín Jarrín, de la ESPOL—. Estas políticas limitan el número de personas que pueden visitar las islas y restringen la entrada a determinadas zonas y playas. En algunas partes ni siquiera se permite el ingreso de científicos ambientales, para evitar cualquier efecto perjudicial en el delicado equilibrio del ecosistema”. 

Residuos plásticos

Con todas estas medidas, las islas están bien protegidas de la contaminación por plásticos que se genera a nivel local, pero los residuos plásticos procedentes de ultramar suponen otro tipo de desafío. Se estima que cada año llegan a la costa seis toneladas de residuos plásticos que ponen en peligro la flora y la fauna silvestres y el medio ambiente del archipiélago.  

En los últimos diez años, el Parque Nacional Galápagos ha elaborado un sólido programa de monitorización y limpieza de los residuos plásticos de mayor tamaño. Sin embargo, los microplásticos —partículas de plástico de menos de cinco milímetros— plantean un desafío más complejo, ya que, por su pequeño tamaño, los animales marinos pueden ingerirlos fácilmente, lo que puede tener efectos perjudiciales en su salud. El tamaño de estas partículas también dificulta el uso de métodos tradicionales de monitorización e históricamente ha obstaculizado la labor del Parque Nacional de recopilar datos utilizables para poner en marcha programas de monitorización y mitigación.

Datos de mejor calidad

Curso de capacitación del OIEA sobre métodos armonizados de muestreo de arena de playa. Santa Cruz, Islas Galápagos, 2024. (Fotografía: C. Alonso-Hernandez/OIEA)

Como parte de sus actividades de creación de capacidad en el marco de NUTEC Plastics en el Ecuador y América Latina, el OIEA, mediante su programa de cooperación técnica, ha facilitado la adquisición de instrumentos de base nuclear y la capacitación práctica para que los científicos de la región puedan evaluar y caracterizar la contaminación por microplásticos y, en consecuencia, producir datos de gran calidad sobre la contaminación por plásticos en el medio marino. Con su nueva capacidad y su tecnología punta, el INOCAR se ha convertido en un centro regional de monitorización de microplásticos marinos, donde se analizan muestras de las Islas Galápagos y de todo el Ecuador, así como de otros países sudamericanos e incluso de la Antártida, lo que posibilita la recopilación de mayores cantidades de datos de mejor calidad.

Ecosistemas frágiles

Conforme se ejecutan estos proyectos de cooperación técnica, el INOCAR seguirá analizando muestras de agua de mar y arena, mientras que la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) se centrará en la biodiversidad y los organismos marinos y terrestres, gracias a lo cual el Parque Nacional Galápagos podrá gestionar y proteger mejor estos ecosistemas frágiles.

Las visitas científicas a los Laboratorios del OIEA para el Medio Ambiente Marino en Mónaco son un componente clave de la armonización de los protocolos analíticos. (Fotografía: E. McDonald/ IAEA)

La capacitación que imparte el OIEA también ayuda a armonizar los métodos de recopilación de datos, de modo que los datos recopilados en las Galápagos se puedan comparar con los obtenidos en otros programas de monitorización del resto del mundo para así facilitar la formulación de medidas de política.

“En todo el mundo, los asociados de NUTEC Plastics y los miembros de la Red Mundial de Vigilancia del Medio Marino de esta iniciativa trabajan en una gran variedad de medios marinos y costeros, por lo que los protocolos de monitorización difieren de un caso a otro —expresa Carlos Alonso-Hernández, Investigador del OIEA y Oficial Técnico de NUTEC—. La armonización de estos protocolos nos facilita la comparación de datos a nivel mundial, lo que ofrece a los países un panorama completo de la contaminación por microplásticos”.

Un océano más saludable

Mientras NUTEC Plastics sigue ampliando sus actividades de investigación y desarrollo y de creación de capacidad, así como su Red Mundial de Vigilancia del Medio Marino, el OIEA sigue resuelto a prestar apoyo a sus Estados Miembros para que hagan frente a los desafíos ambientales y trabajen por un océano más saludable y gestionado de forma más sostenible.

Adicionalmente, NUTEC Plastics está encarando el desafío mundial de la contaminación por plásticos en el punto de origen, introduciendo nuevas tecnologías para mejorar el suprarreciclaje de plásticos con el fin de reducir el grueso de los residuos plásticos que van a parar al océano.

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