“Me encanta trabajar en un entorno en el que podemos examinar aspectos relacionados con la seguridad nuclear desde una perspectiva global y compartir y diseminar el conocimiento de cientos de expertos con diferentes perspectivas y de distintas partes del mundo”, dice María Josefa Moracho Ramírez sobre su actual trabajo en el OIEA. ¿Cómo llegó hasta aquí? ¿Cuál es su trayectoria?
La Sra. Moracho Ramírez lleva casi 30 años en el ámbito nuclear, pero no fue la tecnología nuclear en sí lo que despertó su interés por la ciencia. Su pasión en la niñez era la física. “La física está muy conectada con la naturaleza, y me gustaba observar, recabar información y crear patrones— dice—. En cambio, las matemáticas, para mí, eran solo una herramienta. Tenía la sensación de que la física me ayudaría a entender el porqué de los fenómenos naturales que me rodeaban”.
La Sra. Moracho Ramírez se acercó por primera vez a la tecnología nuclear durante sus estudios de física aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). “La energía nuclear me resultó fascinante por su potencial enorme de producir energía”, dice. Posteriormente, la Sra. Moracho Ramírez se graduó de una maestría en ingeniería nuclear y en 1993 se incorporó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de España en el cargo de Asesora e Inspectora de Análisis Probabilista de Seguridad (APS) de las Centrales Nucleares.
En 1995, la Sra. Moracho Ramírez comenzó a investigar la interacción del ser humano con la tecnología, así como su repercusión en la seguridad nuclear. Ese año se mudó a Noruega para trabajar como científica invitada en la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE e investigar los factores humanos y del comportamiento que influían en las complejas interacciones entre los seres humanos y las máquinas. “Había un simulador de una central nuclear y yo trabajaba en un equipo de científicos, profesores universitarios, psicólogos y reguladores nucleares. Realizábamos experimentos basados en situaciones de operación normal y también simulábamos escenarios de accidente, para averiguar cuáles eran las interacciones entre los operadores y los sistemas, y en qué medida podíamos hacer que los procesos fueran más seguros y eficaces”, dice.
En 1999, la Sra. Moracho Ramírez se incorporó a la Comisión Europea en el cargo de Secretaria Científica de un grupo europeo de reguladores de la seguridad nuclear, predecesor del ENSREG, y contribuyó a las evaluaciones de la seguridad nuclear en el marco de las negociaciones para la ampliación de la Unión Europea a países que tenían centrales nucleares. En 2003 volvió al CSN de España, trabajó en el ámbito de la experiencia operativa de las instalaciones nucleares y colaboró con el Grupo de Trabajo sobre Armonización de Reactores de la Asociación de Reguladores Nucleares de Europa Occidental (WENRA).