A causa de los brotes de gripe aviar hubo que matar o sacrificar millones de aves de corral y cerdos, y los agricultores y productores sufrieron incalculables pérdidas de millones de dólares. La gripe aviar también es una enfermedad mortal que afecta a los seres humanos. Existe un interés específico por tecnologías que permitan identificar un patógeno antes del brote de la enfermedad. En el caso de la gripe aviar, la composición de isótopos estables de las plumas, las garras o el pico de un ave revela dónde comenzó su viaje el ave migratoria. Con técnicas moleculares se puede detectar la presencia de virus, como la gripe aviar, en los excrementos de aves infectadas y se puede precisar la especie de las aves que están infectadas. La combinación de la información reunida mediante estas técnicas permite a los investigadores rastrear las aves en viaje, determinar de dónde proceden, qué trayectoria han seguido y qué especies portan el virus. Ello proporciona a los servicios veterinarios una ventaja para predecir los lugares donde los riesgos de brote son mayores.