Las innovaciones en la industria nuclear serán primordiales para aprovechar el pleno potencial de la energía nucleoeléctrica para lograr los objetivos de emisiones netas cero. A este respecto, están apareciendo en escena diseños de reactores novedosos, junto con nuevos métodos de fabricación modular, cuyo despliegue presenta oportunidades y plantea desafíos. La Iniciativa de Armonización y Normalización Nuclear del OIEA está hallando un terreno común entre reguladores, diseñadores, operadores y otras partes interesadas para apoyar el despliegue tecnológica y físicamente seguro de estos reactores avanzados, incluidos los reactores modulares pequeños.
No obstante, las perspectivas de la energía nucleoeléctrica dependen no solo de las innovaciones en las tecnologías de reactores, sino también de los procesos de fabricación, la seguridad física del suministro del combustible, las soluciones relacionadas con el combustible gastado y otros factores. Ya existen ejemplos de cómo innovaciones como la inteligencia artificial y la fabricación aditiva están allanando el camino a soluciones seguras y sostenibles que podrían ayudar a ahorrar costos y mejorar los aspectos económicos de la operación de las centrales nucleares.
Mientras que la energía eólica y solar son fuentes de energía variable que dependen de la meteorología y la hora del día, las centrales nucleares son fuentes de energía distribuibles: pueden ajustar su producción según la demanda de electricidad. La posibilidad de establecer sistemas de energía híbridos que reúnan las fuentes de energía nucleoeléctrica y de energía renovable responde a la necesidad de contar con redes flexibles y reducir las emisiones al tiempo que se optimizan los recursos financieros. Además, la ampliación del uso de la energía nucleoeléctrica para aplicaciones no eléctricas, como la calefacción urbana, la producción de hidrógeno, la desalación y la producción de calor para procesos industriales, ofrece opciones para reducir las emisiones.