P: ¿Cuáles son algunos de los desafíos que supone la ejecución del proyecto de clausura de la UP2-400 y en qué medida se pueden comparar con la clausura de otras instalaciones nucleares de gran envergadura, como las centrales nucleares?
R: El principal desafío al que se enfrenta el proyecto de clausura de la UP2-400 es la presencia de depósitos y de contaminación radiactivos en una enorme proporción de las instalaciones que se encuentran en régimen de parada. En una central nuclear, mediante la retirada del combustible gastado y una descontaminación de todo el sistema se elimina más del 99 % de la radiactividad inicial presente en la central nuclear. Únicamente la vasija de presión del reactor y su equipo interno siguen teniendo una radiactividad significativa. En una planta de reprocesamiento como la UP2-400, la situación es un poco diferente. Cada parte del equipo y cada sala están contaminadas con un nivel de radiactividad y estos componentes deben recuperarse y acondicionarse antes de que pueda procederse al desmantelamiento. Esto significa que las funciones de seguridad de la planta de reprocesamiento se deben preservar durante la mayor parte del proyecto de clausura; en cambio, en las centrales nucleares, las clases y los sistemas de seguridad se pueden reducir en cuanto se haya culminado la retirada del combustible y se haya vaciado la piscina de combustible gastado.
P: ¿Cuáles son los principales riesgos operacionales y estratégicos de la clausura a los que se enfrenta el proyecto y qué se está haciendo para gestionarlos?
R: Los principales riesgos estratégicos son los sobrecostos y los retrasos en la finalización del proyecto, puesto que los retrasos generan costos adicionales. Las demoras pueden deberse a diversos riesgos operacionales que abarcan todos los aspectos del proyecto. Los dos más significativos son, en primer lugar, la falta de conocimientos en relación con el estado radiológico inicial de las células y del equipo de alta actividad; y, en segundo lugar, los desafíos relacionados con el desarrollo profesional y la retención del personal. Para mitigar el primer riesgo, hemos aplicado un programa de caracterización muy exhaustivo que reduce considerablemente la incertidumbre con respecto al estado de la planta de reprocesamiento y sus células durante varios años. Mientras tanto, hemos tratado de gestionar el desafío de los recursos humanos con diversas medidas, como la participación en programas regionales y nacionales de capacitación, una política proactiva de contratación, la capacitación continua de nuestro personal para facilitar su versatilidad y movilidad dentro de la organización, y la innovación en las prácticas de clausura a fin de mejorar el entorno laboral.