En abril de 2021 el Japón anunció su Política Básica sobre la manipulación del agua tratada mediante el ALPS almacenada en la central nuclear de Fukushima Daiichi, que consiste en descargar en el mar que rodea la central el agua tratada mediante el ALPS, con sujeción a las aprobaciones reglamentarias nacionales. Poco después, las autoridades japonesas solicitaron la asistencia técnica del OIEA para hacer un seguimiento y examinar los planes y actividades relacionados con la descarga de las aguas tratadas mediante el ALPS, con el fin de garantizar que se aplicaran de forma segura y transparente. El OIEA llevará a cabo ese examen de acuerdo con las normas de seguridad del OIEA, que constituyen un alto grado armonizado de seguridad en todo el mundo y, en ese sentido, una referencia mundial para la protección de las personas y el medio ambiente.
El Director General del OIEA creó un grupo de tareas para brindar al Japón y a la comunidad internacional un examen de la seguridad objetivo y con base científica.