Radiofármacos de diagnóstico

Los radiofármacos son radioisótopos adheridos a moléculas biológicas que tienen la capacidad de actuar en órganos, tejidos o células concretos del cuerpo humano. Estos fármacos radiactivos se emplean en el diagnóstico y, cada vez más, en el tratamiento de enfermedades.

El número de radiofármacos de uso clínico está aumentando con rapidez, gracias a lo cual los médicos tienen un mayor acceso a información detallada sobre las características de los distintos tipos de tumores.

Un radiofármaco puede definirse como un ente compuesto por un radionucleido y una molécula transportadora con gran afinidad, o capacidad de adhesión, con un tejido o una función específica de un órgano humano. También puede estar formado solo por el radioisótopo de presentar este propiedades biológicas adecuadas.

Los radiofármacos se utilizan para obtener imágenes de los órganos o tejidos de interés, proceso denominado gammagrafía. La denominada cámara gamma es un aparato médico que puede detectar los rayos gamma emitidos por el radioisótopo y que, de forma no invasiva, genera imágenes que dan testimonio del funcionamiento del órgano o tejido objeto de estudio.

El tecnecio 99m es el radioisótopo más utilizado con fines de diagnóstico en la medicina nuclear. Puede adherirse a varias moléculas concretas, lo que permite diagnosticar muchas enfermedades, entre ellas determinados tipos de cáncer. Por ejemplo, el tecnecio 99m-DFM (difosfonato de metileno) se emplea mucho para detectar la metástasis ósea por cáncer.

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