La protección radiológica del personal médico en los procedimientos intervencionistas

Preguntas frecuentes de los profesionales de la salud

» ¿Hay alguna relación entre las dosis de radiación que recibe el personal y las que reciben los pacientes durante las fluoroscopias? 
» Durante los procedimientos fluoroscópicos, ¿dónde debe ubicarse el personal con respecto al tubo de rayos X? 
» ¿Qué grado de eficacia tienen los delantales de plomo para los procedimientos fluoroscópicos? 
» ¿Se deben utilizar guantes de plomo durante las fluoroscopias? 
» ¿Las distintas proyecciones, por ejemplo, posteroanterior, lateral y oblicua, influyen sobre las dosis de radiación que se aplican a los pacientes? 
» ¿El personal que no hace procedimientos fluoroscópicos con frecuencia tiene riesgo de presentar cataratas? 
» ¿Es necesario contar con capacitación concreta en materia de protección radiológica para operar los aparatos de fluoroscopia? 
» ¿Por qué es indispensable someter los aparatos de fluoroscopia a controles de la calidad periódicos? 
» ¿Debe el personal utilizar biombos protectores aunque no esté acostumbrado a hacerlo y considere que ello obstaculiza sus labores? 
» ¿A quién debe plantearse las preocupaciones en materia de protección radiológica? 
» ¿Cómo debe el personal vigilar los niveles de radiación a los que se expone? 
» ¿De qué magnitud son las dosis de radiación que recibe el personal que participa en los procedimientos quirúrgicos guiados por fluoroscopia? 
» Aspectos importantes para recordar acerca de la gestión de las dosis de radiación que recibe el personal que participa en las fluoroscopias.

» ¿Hay alguna relación entre las dosis de radiación que recibe el personal y las que reciben los pacientes durante las fluoroscopias?

Sí. Si se reducen las dosis de radiación que se aplican a los pacientes también disminuyen las dosis para el personal. Sin embargo, lo contrario no ocurre, ya que las dosis de radiación que recibe el personal pueden reducirse mediante el uso de dispositivos de protección personal, tales como los delantales de plomo, pero con ello no disminuyen las dosis que se aplican a los pacientes. Hay un gran número de elementos que pueden reducir las dosis de radiación que reciben los pacientes y el personal. Recuerde: no intentar reducir al mínimo las dosis de radiación que se aplican a los pacientes equivale a descuidar su propia protección radiológica.

» Durante los procedimientos fluoroscópicos, ¿dónde debe ubicarse el personal con respecto al tubo de rayos X?

La radiación dispersa que emiten los pacientes es la fuente principal de las dosis que recibe el personal. Los cálculos han demostrado que la radiación dispersa proveniente del cuerpo de los pacientes es más intensa en el punto de entrada del haz de rayos X, es decir, del lado donde se ubica el tubo de rayos X. Por consiguiente, durante los procedimientos fluoroscópicos resulta más conveniente ubicarse del lado del detector, es decir, del lado por donde salen los rayos X, y no del lado en el que se encuentra el tubo de rayos X. Por lo general, solo entre el 1 % y el 5 % de la radiación que incide en el cuerpo del paciente sale hacia el detector. Por ello, si el personal se coloca del lado por el que se transmite el haz recibirá una radiación dispersa equivalente a solo entre el 1 % y el 5 % de la intensidad del rayo incidente, mientras que si se coloca del otro lado recibirá la radiación dispersa equivalente al 100 % de la intensidad del haz de entrada.

» ¿Qué grado de eficacia tienen los delantales de plomo por lo que se refiere a los procedimientos fluoroscópicos?

Los delantales de plomo son el medio de protección radiológica personal más eficaz y todos los que se encuentren en las salas de fluoroscopia (excepto los pacientes) deben utilizarlos. Dependiendo de la energía de los rayos X (la configuración del valor de kV) y el grosor equivalente de plomo que contengan, los delantales de plomo pueden reducir por encima del 90 % (entre el 85 % y el 99 %) las dosis de radiación que se reciben. El kV que los aparatos emplean se determina en función del espesor de la región anatómica del paciente que se encuentre bajo el haz. Los sistemas eligen valores de kV más altos para los tejidos más espesos y, por consiguiente, se expone al personal a una dosis mayor de radiación dispersa. Un mismo delantal de plomo proporciona menos protección si se utilizan haces de mayor energía (o mayor valor de kV). Un delantal con un grosor equivalente de plomo de 0,35 mm proporciona protección suficiente para la mayoría de los procedimientos fluoroscópicos. En caso de que el volumen de trabajo sea elevado, conviene utilizar delantales del tipo envolvente con un grosor equivalente de plomo de 0,25 mm que se superpongan en el frente y proporcionen 0,25+0,25=0,5 mm de grosor equivalente de plomo en el frente y 0,25 mm en la espalda. En caso de que el volumen de trabajo sea bajo, basta con utilizar delantales que proporcionen 0,25 mm de grosor equivalente de plomo.

» ¿Se deben utilizar guantes de plomo durante las fluoroscopias?

Por lo general, no. Los guantes de plomo pueden disminuir entre el 15 % y el 30 % de las dosis de radiación que reciben las manos siempre y cuando estas permanezcan fuera del haz de rayos X principal. Sin embargo, si se tienen los guantes puestos y las manos se colocan debajo del haz principal el sistema de control automático de la exposición aumentará la exposición (kV), lo que aumentará la dosis de radiación que reciben las manos, el paciente y todo el personal. Además, tener una falsa sensación de seguridad puede dar pie a un incremento del tiempo que las manos permanecen bajo el haz principal, lo que anula el posible efecto protector de los guantes contra la radiación.

» ¿Las distintas proyecciones, por ejemplo, posteroanterior, lateral y oblicua, influyen sobre las dosis de radiación que se aplican a los pacientes?

Sí.

Las distintas proyecciones que se utilizan durante los procedimientos fluoroscópicos dan como resultado que los pacientes y el personal se expongan a diferentes dosis de radiación. Al utilizar proyecciones muy oblicuas los fotones deben atravesar cortes más gruesos de los tejidos de los pacientes, lo que da como resultado un aumento de los valores de exposición fluoroscópica (fundamentalmente el kV) para obtener imágenes de la misma calidad. En el cuadro que figura a continuación se presentan las tasas de exposición relativas de distintas proyecciones. 

Cuadro 1: Variabilidad de la exposición de la piel a la radiación expresada como tasa de exposición (tasa del producto dosis-área) en función de la proyección
(Adaptado de Cusma y cols., 1999, dando por sentado que 1 R~10 mGy)

Proyección      Tasa de dosis en la sup. de entrada en config. de fluorosc. (mGy/min)     
 
Tasa de dosis en la sup. de entrada en config. de cinerradiografía (mGy/min)
AP 31 388
Oblicua anterior derecha 30° 19 203

Oblicua anterior izquierda 40°

20 216

Oblicua anterior izquierda 40°, Craneal 30°

80 991

Oblicua anterior izquierda 40°, Craneal 40°

99 1236

Oblicua anterior izquierda 40°, Caudal 20°

29 341

Medidas calculadas en un maniquí antropomórfico (tamaño promedio).

» ¿El personal que no hace procedimientos fluoroscópicos con frecuencia tiene riesgo de presentar cataratas?

Recientemente, en abril de 2011, la ICRP determinó que 0,5 Gy en el cristalino es el valor liminar de la dosis de radiación absorbida para presentar cataratas. Se trata de una disminución de casi 10 veces el valor de 5 Gy que la ICRP había definido con anterioridad. La modificación se hizo sobre la base de datos recientes que apuntan a que se presentan cataratas a dosis de entre 0,1 Gy y 1 Gy. En el caso de la exposición ocupacional en situaciones de exposición planificada, actualmente la ICRP recomienda que el límite de dosis equivalente para el cristalino sea de 20 mSv por año, promediada durante períodos de cinco años, sin que en ningún año se superen los 50 mSv. En caso de que se lleven a cabo unos cuantos procedimientos fluoroscópicos por semana en los que la duración de la fluoroscopia sea de algunos minutos por procedimiento (es decir, menos de 5 min), se puede obtener protección suficiente para el cristalino si se utiliza un biombo de vidrio al plomo o gafas de vidrio al plomo. Sin embargo, si no se emplea protección alguna puede haber riesgo de presentar cataratas.

En caso de que se lleven a cabo varios procedimientos fluoroscópicos al día en los que la duración de cada uno sea mayor (es decir, más de 10 min), como ocurre en los laboratorios de hemodinámica o los centros de radiología intervencionista en los que hay un gran volumen de trabajo, hay un riesgo considerable de que el cristalino se opacifique. Sin embargo, aun en esas situaciones pueden utilizarse medios de protección efectivos para disminuir hasta un nivel insignificante la probabilidad de que se presenten cataratas.

Mientras no se disponga de dosímetros oculares avanzados, para calcular la dosis de radiación que reciben los ojos puede colocarse un dosímetro por fuera del delantal de plomo, a la altura del cuello.

» ¿Es necesario contar con capacitación concreta en materia de protección radiológica para operar los aparatos de fluoroscopia?

Sí. El nivel de enseñanza y capacitación debe ser proporcional al uso de la radiación. Los profesionales que participan en las fluoroscopias deben recibir capacitación especial que responda a las necesidades propias de todos los procedimientos en los que se pudiera participar. La capacitación debe centrarse en las características concretas de la labor en fluoroscopia y debe estar a cargo de un experto en protección radiológica, como un físico médico capacitado en materia de protección radiológica en el ámbito de la fluoroscopia. Si los profesionales carecen de capacitación, ello puede convertirse en un problema de seguridad radiológica para el personal y los pacientes.

» ¿Por qué es indispensable someter los aparatos de fluoroscopia a controles de la calidad periódicos?

Es necesario hacer controles de la calidad periódicos para garantizar la estabilidad y la idoneidad del funcionamiento de los aparatos de fluoroscopia para su uso en el entorno asistencial. Los controles periódicos de la calidad permiten asegurarse de que, si todos los procedimientos se llevan a cabo de manera adecuada, las dosis de radiación que recibirán los pacientes y el personal no superarán los valores admisibles. Además, generan confianza en que el equipo es seguro. La mayoría de las asociaciones de profesionales recomiendan que los equipos se sometan a pruebas, por lo menos, una vez al año y siempre que se efectúen reparaciones. Algunos equipos más antiguos podrían requerir pruebas con mayor frecuencia. Pueden presentarse incidentes de sobreexposición como resultado de la ausencia de controles de la calidad.

» ¿Debe el personal utilizar biombos protectores aunque no esté acostumbrado a hacerlo y considere que ello obstaculiza sus labores?

Sí. Los biombos protectores son un medio de protección radiológica muy eficaz. Los biombos pueden atenuar más del 90 % de la radiación dispersa que se produce durante los procedimientos fluoroscópicos. Los beneficios por lo que se refiere a la protección ocular individual (por ejemplo, para los ojos) son mucho mayores que la pequeña molestia que causan cuando apenas comienzan a utilizarse. Habida cuenta de los beneficios que comportan, en la actualidad la mayoría de los especialistas intervencionistas consideran que es adecuado utilizar biombos protectores. Mediante la colaboración con los fabricantes, los dispositivos de protección pueden adaptarse a las necesidades de los médicos para mejorar su aprovechamiento.

» ¿A quién debe plantearse las preocupaciones en materia de protección radiológica?

Las preocupaciones referentes a la protección radiológica deben comunicarse al físico médico en plantilla o al oficial de protección radiológica capacitado en materia de protección radiológica en el ámbito de la fluoroscopia. En caso de que no se tenga acceso a especialistas en aspectos de protección radiológica, las preocupaciones deben plantearse a los médicos que participan habitualmente en los procedimientos radiológicos, por ejemplo, los radiólogos. Sin embargo, se debe actuar con cautela, puesto que los radiólogos y los radiografistas no necesariamente son expertos en protección radiológica. En la actualidad es mucho más cómodo acceder a información pertinente con facilidad a través de distintos sitios web como este, lo que facilita que el personal actúe en los muy frecuentes casos en los que no se dispone de conocimientos y experiencia a nivel local.

» ¿Cómo debe el personal vigilar los niveles de radiación a los que se expone?

El mejor método para vigilar las dosis de radiación que recibe el personal es utilizar de manera amplia los dispositivos de dosimetría personal con los que se cuente en el país, algo que, en la mayoría de los países, es una disposición jurídica. Además, puede utilizarse alguno de los nuevos métodos electrónicos de vigilancia dosimétrica. Aunque por lo general esos dispositivos no sustituyen la dosimetría que se exige en la normativa, pueden proporcionar información rápida acerca de las dosis que se reciben durante cada procedimiento. En los casos en los que no se disponga de dosimetría personal, puede colocarse un dosímetro en el arco del intensificador de imágenes para obtener una aproximación de las dosis de radiación que recibe el personal médico.

» ¿De qué magnitud son las dosis de radiación que recibe el personal que participa en los procedimientos quirúrgicos guiados por fluoroscopia?

Cuadro 2: Dosis promedio de radiación que recibe el personal como resultado de procedimientos en los que se utiliza fluoroscopia

Especialidad Procedimiento Dosis efectiva por procedimiento (mSv) Dosis que reciben los ojos por procedimiento (mSv) Dosis que reciben las manos por procedimiento (mSv)        Bibliografía
Cirugía vascular Reparación endovascular de aneurisma1 0,0077 0,0097 0,0343 [Ho
et al.,
2007]
Urología Nefrolitotomía percutánea2 0,0127 0,026 0,0335 [Safak
et al.,
2009]
Ortopedia Cirugía de mano N/A N/A 0,01-0,32* [Giordano
et al.,
2007]
,

[Singer
et al.,
2005]

Colocación de clavo intramedular para fracturas de fémur o tibia

N/A N/A 1.27 [Müller
et al.,
1998]
Artroscopia 0,016 N/A N/A [Theo-
charopoulos
et al.,
2003]

 

 

 

Procedimientos de cadera

0,0024 N/A N/A

Procedimientos de columna

0,0084 N/A N/A
Cifoplastia 0,096 N/A N/A

* Miniarco de fluoroscopia
ND: No disponible

» Aspectos importantes para recordar acerca de la gestión de las dosis de radiación que recibe el personal que participa en las fluoroscopias.

Tenga presente que, si se utilizan los principios y los instrumentos de protección radiológica, en la mayoría de las situaciones el personal puede llevar a cabo todas las labores propias de un establecimiento con un gran volumen de trabajo y mantener la dosis de radiación anual que recibe en el intervalo de 0 mSv a 5 mSv (frente al límite de dosis de 20 mSv). Algunos consejos son:

  • Conocer los aparatos con los que se cuenta.
  • Utilizar un delantal que proporcione por lo menos un grosor equivalente de plomo de 0,25 mm en la espalda y que tenga partes frontales de 0,25 mm que se superpongan (0,25 mm + 0,25 mm = 0,5 mm).
  • Utilizar gafas de vidrio al plomo.
  • Usar blindaje de protección (blindajes y parabanes montables o biombos colgados del techo, según proceda).  
  • A menos que resulte imposible por motivos clínicos acordes a las buenas prácticas, mantener las manos fuera del haz de radiación principal.
  • Colocarse en la ubicación correcta: siempre que sea posible, del lado del detector, en el extremo contrario del tubo de rayos X, y no al lado de él.  
  • Mantener al día los conocimientos en materia de protección radiológica. 
  • Plantear las dudas a los especialistas en protección radiológica pertinentes.  
  • Llevar puesto en todo momento el dosímetro personal y utilizarlo de manera correcta. 
  • Asegurarse de que el equipo de fluoroscopia funciona correctamente, y es objeto de pruebas y mantenimiento periódicos. 
  • Todas las medidas tendientes a reducir las dosis de radiación que se administran a los pacientes también reducen las dosis para el personal. 

Bibliografía:

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