La mosca del Mediterráneo o moscamed, una de las plagas de insectos más devastadoras de cuantas infestan frutas y hortalizas, ha sido erradicada con éxito en el estado mexicano de Colima, conforme han anunciado esta semana las autoridades mexicanas. En cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), México se sirvió de una técnica de base nuclear conocida como técnica del insecto estéril (TIE) para erradicar la moscamed, que amenazaba los cultivos frutales y vegetales, el sustento de los agricultores y la economía del país.
El brote de Colima, detectado en abril de 2021 en el mayor puerto del país, Manzanillo, planteó un riesgo inmediato para cultivos como carambolas, higos, guayabas, mangos, papayas, pomelos rosados y naranjas. De no gestionarse con rapidez, México —séptimo productor y exportador de frutas y hortalizas frescas a escala mundial— podría enfrentarse a restricciones de cuarentena impuestas por países libres de esta plaga, lo que podría afectar al comercio nacional de este tipo de bienes, que genera más de 189 000 millones de pesos mexicanos (8800 millones de euros) anuales en exportaciones, así como millones de empleos locales.
Tras recibir una petición de asistencia de emergencia en abril de 2021, el OIEA y la FAO actuaron inmediatamente, enviando misiones de expertos para ayudar a establecer medidas de erradicación y evaluarlas. “He aquí otro ejemplo en que la TIE ha servido para prevenir, suprimir y erradicar plagas de insectos invasores, en beneficio de la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos en todo el mundo”, señala Walther Enkerlin Hoeflich, entomólogo de la FAO/OIEA, a propósito de esa técnica, que constituye una actividad prioritaria dentro de la asistencia que el OIEA presta a los Estados Miembros por conducto del Centro Conjunto FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura.
Las hembras de moscamed pueden dañar los cultivos al depositar huevos en la fruta madura, lo cual deteriora la calidad de los productos y los vuelve invendibles e incomestibles. Para controlar el brote, México diseñó y aplicó un plan de medidas de emergencia con la asistencia de expertos de la FAO/OIEA, prestada a través del programa de cooperación técnica del OIEA. Basándose en dicho plan, México soltó en Colima más de 1450 millones de moscas macho estériles a las que había aplicado la TIE, un método de control de plagas de insectos respetuoso con el medio ambiente, que se sirve de la irradiación para esterilizar a los insectos. Tras su suelta, estos machos se aparean con hembras silvestres sin producir descendencia, gracias a lo cual se reduce la población de la plaga y, finalmente, se erradica.
“México ha logrado mantener su condición de país libre de la mosca del Mediterráneo —declaró Francisco Ramírez y Ramírez, Director General de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) de México, en el evento en que se anunció la erradicación de la plaga en el estado de Colima—. Si la mosca del Mediterráneo se hubiera asentado en el país, los mercados nacionales e internacionales habrían cerrado sus puertas a las frutas y hortalizas mexicanas, y esto habría acabado comportando pérdidas económicas para los productores locales”, agregó.
Los macho estériles de moscamed se produjeron en una instalación de reciente construcción en México. Inaugurada en 2021, su diseño se basa en la experiencia acumulada por el OIEA. Es la segunda más grande del mundo, con una capacidad de producción de 1000 millones de moscamed estériles por semana. Esta nueva instalación, situada en el estado de Chiapas, se centra en la producción masiva de insectos estériles y, junto con la instalación de El Pino, en Guatemala, contribuye a mantener la barrera de contención que impide que la plaga se introduzca y se propague en el norte de Guatemala, México y los Estados Unidos.
El OIEA seguirá prestando asistencia y trabajando con México a través de proyectos nacionales y regionales de cooperación técnica y del Programa Nacional de Moscas de la Fruta (PNMF) de México, un centro colaborador del OIEA.