Una comunicación eficaz con el público durante una emergencia nuclear o radiológica es de vital importancia para prevenir peligros radiológicos u otros peligros para la salud. Cerca de 400 expertos en la materia analizaron las mejores formas de lograrlo en el Simposio Internacional del OIEA sobre Comunicación de Emergencias Nucleares y Radiológicas al Público, celebrado la semana pasada en Viena.
“La comunicación es un desafío al que todos nos enfrentamos colectivamente”, afirmó Juan Carlos Lentijo, Director General Adjunto del OIEA y Jefe del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física. “Nuestro objetivo es comunicarnos de manera eficaz con el público, a fin de que entienda lo que está sucediendo, no entre en pánico y siga las instrucciones de las autoridades”.
El simposio, el primero en su género, reunió a un amplio grupo de comunicadores y profesionales del campo de la preparación y respuesta para casos de emergencia procedentes de 74 países, 13 organizaciones internacionales, medios de comunicación, organizaciones no gubernamentales y el mundo académico. Cabe destacar que la mayoría (53 %) de participantes fueron expertas.
En las sesiones del simposio se trataron cuestiones relacionadas con la preparación y respuesta para casos de emergencia (PRCE), la participación de las partes interesadas, los canales e instrumentos de comunicación con el público en situaciones de emergencia, los medios sociales, la eficacia en la comunicación, la psicología de la comunicación, la coordinación de la información, la comunicación en diferentes tipos de emergencias, las respuestas a la pregunta “¿corro peligro?” y las enseñanzas extraídas y el futuro de la comunicación.
Producir el mensaje correcto y divulgarlo entre la audiencia adecuada utilizando los canales oportunos en el momento preciso ayuda a apoyar la implementación eficaz de medidas de protección y a reducir al mínimo el miedo. Los participantes señalaron que esto requiere una sólida labor previa de planificación y preparación. También convinieron en considerar a los expertos técnicos como la fuente de información más fiable cuando ocurren este tipo de sucesos y coincidieron en que los comunicadores deben aprender a lograr un equilibrio entre la necesidad de rapidez y la exactitud.
“Si existen vacíos de información, se llenarán con información errónea y desinformación”, declaró Peter Rickwood, periodista y fundador de Atomic Reporters, durante una mesa redonda en la que participaron representantes de los medios de comunicación.
La comunicación en la era de los medios sociales fue un tema recurrente a lo largo de todo el simposio. “Los medios sociales se han convertido en el instrumento principal del ‛periodismo ciudadano’”, explicó Natalia Martínez, Asesora de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nuclear de España, en la sesión titulada “Los medios sociales en situaciones de emergencia: ¿oportunidad u obstáculo?”. Los participantes animaron a los comunicadores a encontrar cuentas que ayuden a difundir el mensaje, en especial Twitter, y a desarrollar una estrategia de medios sociales para estar al tanto de las preocupaciones del público, disponer de mejores herramientas para ir un paso por delante de los nuevos acontecimientos y gestionar de una manera más hábil las comunicaciones en caso de emergencia. “Tenemos que “escuchar” antes de “hablar”, y los medios sociales nos ayudan a saber qué piensa la gente y cuáles son sus temores durante una emergencia”, expuso Martínez.