Los datos sobre energía nucleoeléctrica correspondientes a 2023 recogidos por el OIEA y recientemente publicados describen una tecnología de energía limpia que se halla ante la aparición de un nuevo consenso mundial para acelerar su despliegue.
La electricidad producida a partir de la energía nucleoeléctrica aumentó un 2,6 % durante el último año en comparación con 2022, según los datos operacionales que los Estados Miembros del OIEA proporcionaron al Sistema de Información sobre Reactores de Potencia (PRIS), la amplia base de datos de acceso público del OIEA sobre energía nucleoeléctrica. Este tipo de energía siguió generando casi el 10 % de la electricidad mundial y una cuarta parte de toda la electricidad con bajas emisiones de carbono del último año, según los datos que se recogen en las dos publicaciones anuales del OIEA que han visto la luz recientemente: Nuclear Power Reactors in the World (RDS-2) y Operating Experience with Nuclear Power Stations in Member States (OPEX) (ambas en inglés).
Los Estados Unidos de América siguieron siendo el mayor productor de electricidad nuclear del mundo, seguidos por China y Francia. China siguió encabezando las nuevas construcciones, tras empezar la construcción de cinco reactores. Según los datos, que muestran que el parque mundial opera casi a plena potencia, con un factor de capacidad medio del 88 %, Egipto, un país en fase de incorporación al ámbito nuclear, empezó a construir su segundo reactor. Si bien se realizaron nuevas conexiones a la red en centrales nucleares de Belarús, China, Eslovaquia, los Estados Unidos de América y la República de Corea, algunos reactores de Alemania, Bélgica y China se pasaron a régimen de parada.
Los datos de 2023 chocan con el contexto de crecientes ambiciones mundiales en materia de tecnología nuclear en un momento caracterizado por el envejecimiento del parque de reactores: más de dos tercios de los reactores tienen una antigüedad de al menos 30 años. En diciembre de 2023, en el histórico primer balance mundial realizado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) celebrada en Dubái, los 198 países signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático pidieron que se acelerara el despliegue de tecnologías con bajas emisiones de carbono, incluida la energía nucleoeléctrica, en aras de una profunda y rápida descarbonización, en particular en sectores en los que esta tarea resulta difícil de lograr, como la industria. Además, en la COP28, más de 20 países se comprometieron a trabajar para triplicar la capacidad nucleoeléctrica mundial con el fin de alcanzar unas emisiones netas cero para 2050.
“Los datos del OIEA muestran que el parque mundial de reactores nucleares sigue siendo una fuente amplia e indispensable de electricidad con bajas emisiones de carbono,” declaró el Director General del OIEA, Rafael Mariano Grossi. “Pero también está claro que tendremos que prorrogar la vida de los reactores actuales, sustituir las instalaciones que se retiren por otras nuevas, y añadir mucha capacidad nueva para poder alcanzar los objetivos mundiales en materia de cambio climático y seguridad energética.”