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El OIEA ayuda a proteger a los pacientes y al personal en el ámbito odontológico

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Los profesionales odontológicos son uno de los principales usuarios de rayos X en el ámbito médico. Con la aparición de nuevas tecnologías, la necesidad de orientación y capacitación es cada vez más importante. (Fotografía :L. Dojcanova/Centro de Imagenología Dental, Zagreb, Croacia)

 

Los dentistas tratan las caries dentales utilizando empastes, colocan coronas, implantes o aparatos de ortodoncia, extraen dientes y llevan a cabo diversos procedimientos odontológicos a diario. Antes de realizar muchos de estos procedimientos, se toman radiografías para diagnosticar a los pacientes y planificar y supervisar los tratamientos de su dentadura. Para obtener estas imágenes se utilizan pequeñas cantidades de radiación, y este es uno de los tipos más frecuentes de procedimientos radiológicos. De hecho, en 2020, el 26 % de todos los exámenes radiológicos de diagnóstico que se llevaron a cabo en todo el mundo fueron radiografías dentales, el doble de lo estimado en 2008. Garantizar la protección tanto de los pacientes como del personal ante los posibles efectos nocivos de la radiación es una parte importante del mandato del OIEA.

El informe de reciente publicación titulado Safety Report on Radiation Protection of Dental Radiology ofrece orientaciones concretas y detalladas sobre las prácticas óptimas a profesionales odontológicos, así como a expertos en protección radiológica, reguladores y fabricantes de equipo de imagenología dental.

“Los dentistas suelen adquirir y utilizar ellos mismos sus propios equipos de rayos X, así que es importante que tengan los conocimientos necesarios sobre tecnología de radiología y protección radiológica —señala Jenia Vassileva, especialista del OIEA en protección radiológica—. Aunque las dosis individuales de radiación son mínimas, dado el elevado número de procedimientos de este tipo que se llevan a cabo, cada examen debe elegirse y realizarse de manera adecuada siguiendo las normas y las buenas prácticas más recientes a fin de reducir al mínimo la exposición de los pacientes y los profesionales sanitarios”.

En todo el mundo se realizan más de mil millones de radiografías dentales al año. Las diversas técnicas, utilizadas con diferentes fines, emplean distintas cantidades de radiación. En los tipos más comunes de radiografías dentales, la dosis de radiación recibida equivale a la radiación natural que recibe una persona del medio ambiente durante algunos días. Sin embargo, los dentistas solicitan cada vez más imágenes tridimensionales, para las que se requieren dosis de radiación entre 10 y 20 veces mayores a fin de obtener una sola imagen.

Estas imágenes tridimensionales se obtienen mediante tomografía computarizada de haz cónico, una técnica de imagenología en la que el gammágrafo gira alrededor de la cabeza del paciente y toma radiografías desde diferentes ángulos, generando una serie de imágenes que se combinan para formar una imagen tridimensional. Esto ayuda a los profesionales odontológicos a ver mejor las estructuras de la mandíbula y los dientes, así como los procesos que tienen lugar en ellas. Las imágenes no se utilizan para sustituir a las radiografías convencionales, sino que son útiles en situaciones específicas, por ejemplo, para planificar implantes, tratar lesiones, medir la dimensión de los huesos y examinar tumores en la mandíbula.

Los pacientes más jóvenes, en particular, suelen someterse a procedimientos radiológicos dentales más frecuentemente, dada la mayor prevalencia de caries y lesiones dentales y la necesidad de ortodoncia. Por este motivo, además de la sensibilidad relativamente mayor a la radiación que tienen los niños, es importante justificar y optimizar los procedimientos de imagenología dental pediátrica. El OIEA apoya esta labor mediante orientaciones y capacitación sobre los usos adecuados y óptimos de la imagenología médica.

“A medida que surgen nuevas tecnologías para mejorar la imagenología de diagnóstico con rayos X en odontología, la enseñanza y capacitación avanzadas en protección radiológica son fundamentales para garantizar que los profesionales odontológicos utilicen el equipo de la manera más segura posible”, afirma Reinhilde Jacobs, Secretaria General de la the  Asociación Internacional de Radiología Dentomaxilofacial, que refrendó la nueva publicación.

Esta nueva publicación, basada en los requisitos de seguridad y recomendaciones en materia de protección radiológica y seguridad en los usos médicos de la radiación ionizante, incluye directrices detalladas con respecto a la justificación y la idoneidad de los procedimientos radiológicos dentales y la optimización de la protección radiológica y la seguridad de los pacientes y el personal odontológico. La publicación complementa las actividades que el OIEA lleva a cabo en esta esfera, entre ellas, los materiales y los cursos de capacitación en inglés y en español, así como los seminarios web sobre la protección radiológica en radiología dental.

“A medida que surgen nuevas tecnologías para mejorar la imagenología de diagnóstico con rayos X en odontología, la enseñanza y capacitación avanzadas en protección radiológica son fundamentales para garantizar que los profesionales odontológicos utilicen el equipo de la manera más segura posible”.
Reinhilde Jacobs, Secretaria General de la Asociación Internacional de Radiología Dentomaxilofacial

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