Un instrumento de paz, un acelerador de la salud humana y el desarrollo, una fuerza para la ecología integral y una voz de armonía en tiempos difíciles. Así describió el Director General, Rafael Mariano Grossi, al OIEA en una audiencia privada con el papa Francisco celebrada este mes en Roma. Durante la reunión con el papa, que es el Jefe de Estado de la Santa Sede, un Estado Miembro del OIEA, el Sr. Grossi destacó los usos pacíficos de la tecnología nuclear y los beneficios que estos aportan, y ambos debatieron el papel de la no proliferación nuclear para hacer del mundo un lugar más seguro y más pacífico.
“El OIEA, por su propia misión y labor, comparte con la Iglesia católica la preocupación por el bienestar y la mejora de toda la sociedad, y un compromiso al respecto”, dijo el Sr. Grossi, que calificó el intercambio con el papa de profundamente emotivo e inolvidable.
El encuentro tuvo lugar durante la primera de las dos jornadas del viaje del Director General del OIEA a Roma, donde se reunió con funcionarios del Vaticano e italianos.
La Iglesia católica, encabezada por el papa Francisco, cuenta con más de 1300 millones de fieles en todo el mundo, lo que la convierte en la mayor confesión dentro del cristianismo.
En el pasado, el papa Francisco ha expresado en distintos mensajes y documentos la posición de la Iglesia a favor de un mundo libre de armas nucleares. Ha hecho un llamamiento a la plena aplicación del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y ha reconocido que la energía nuclear concede a la humanidad un enorme poder y un sinfín de posibilidades.