Hace dos años, Geraldyne Ule Duque jamás hubiera imaginado que iba a tomar una clase de seguridad física nuclear en el OIEA, en Viena. Hace poco, eso fue precisamente lo que pasó.
Desde muy temprana edad esta colombiana tenía una fascinación con la energía y la ciencia nuclear. Por ese motivo, en su país de origen estudió física con especialización en reactores nucleares. Deseosa de ampliar sus horizontes en el extranjero, la Sra. Ule Duque cursó el Máster en Física Médica de la Universidad de Valencia (España) gracias al apoyo del Programa de Becas del OIEA Marie Skłodowska-Curie, cuyo objetivo es brindar a mujeres jóvenes de todo el mundo apoyo financiero y la oportunidad de cursar estudios universitarios en ciencias nucleares para mejorar la representación de las mujeres en este ámbito.
“Ingresar al sector nuclear siendo mujer no fue fácil, pero gracias a la beca pude venir a Europa por primera vez, cursar mis estudios en un tema que me apasionaba e incluso encontrar una oportunidad de pasantía y empezar a trabajar en mi área”, dijo la Sra. Ule Duque, quien forma parte del grupo de becarias que asistió al Curso Internacional sobre Seguridad Física Nuclear del OIEA para complementar su maestría.
Financiado con una contribución de la Unión Europea, se trata del primer curso que el OIEA imparte a las participantes del Programa de Becas Marie Skłodowska-Curie.
“Nos sorprendieron positivamente el entusiasmo, la pasión y los conocimientos de estas estudiantes. Esto es otra prueba fehaciente de las grandes ventajas que tiene atraer a personas con perfiles diversos al sector nuclear”, dijo Lydie Evrard, Directora General Adjunta y Jefa del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física, la primera mujer en ocupar ese cargo. “El Curso Internacional sobre Seguridad Física Nuclear es una de las más destacadas actividades de creación de capacidades del OIEA en el ámbito de la seguridad física nuclear”.
La Sra. Ule Duque y las demás estudiantes también asistieron a un seminario sobre la importancia de uno de los principales instrumentos jurídicos de su campo de conocimientos: la Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares.
El sector nuclear depende de una mano de obra especializada y altamente cualificada. A muchos países se les dificulta disponer de una reserva suficiente y estable de profesionales competentes para satisfacer la demanda. Es necesario formar a más jóvenes talentos.
El curso, que duró dos semanas, brindó a las estudiantes la oportunidad de conocer tanto a sus compañeras como a especialistas más experimentadas. Profesoras y profesionales de las más prestigiosas instituciones de todo el mundo dieron charlas y realizaron ejercicios prácticos sobre diferentes temas. “Es fundamental crear espacios donde las mujeres del ámbito nuclear entablen contactos valiosos y expresen los diversos conocimientos que puedan aportar”, —dijo Kathleen Heppell-Masys, Directora General de la Dirección de Seguridad y Salvaguardias de la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear, quien fue una de las expertas invitadas al curso.— Cuando yo empecé en el ámbito nuclear, hace más de 25 años, no existían estas oportunidades. Desde entonces la situación ha evolucionado: en la industria circulan ideas e innovaciones provenientes de personas con perfiles diversos, lo que solo se logra siendo inclusivos con la mano de obra”.
Mediante visitas a laboratorios, demostraciones técnicas y conferencias sobre seguridad nuclear, las estudiantes del curso recibieron información completa sobre las diferentes opciones profesionales.
“Formar a los especialistas que se necesitan en el sector nuclear exige mucho tiempo y esfuerzo”, dijo Mikhail Chudakov, Director General Adjunto del OIEA. “Por ese motivo, es fundamental que las jóvenes entiendan mejor lo que es el sector nuclear y entren en él: ¡la diversidad es clave para la innovación!”.