Nuestro mundo lleva año y medio absorbido por la aparición y la rápida propagación de la COVID-19, que ha afectado a todos los países y se ha cobrado más de 4 millones de vidas humanas. ¿Cómo podemos controlar la aparición de futuros brotes y evitar que estos suman al planeta en el caos?
Más del 70 % de las enfermedades infecciosas que aquejan a los humanos son de origen animal. La COVID-19, que posiblemente transmitieron los animales a los seres humanos, es una enfermedad zoonótica. El OIEA ha prestado apoyo a 128 países y territorios para detectar la presencia del virus que la causa. El método más rápido y más exacto para ello —la reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) en tiempo real— es una técnica de base nuclear y el OIEA, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha ayudado a los países a utilizarla.
En junio de 2020, basándose en la experiencia acumulada durante decenios en la prestación de apoyo para detectar, identificar y gestionar zoonosis, como la gripe aviar, el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el ébola, el OIEA puso en marcha el proyecto Medidas Integradas contra las Enfermedades Zoonóticas, o ZODIAC, a fin de ayudar a los países a prepararse para futuras pandemias. ZODIAC es una iniciativa mundial que presta apoyo a los laboratorios para detectar agentes patógenos zoonóticos antes de que contagien a las personas. El proyecto tiene por objeto ayudar a construir e incrementar la capacidad de los funcionarios veterinarios y de salud pública para responder oportunamente a los brotes.
“La COVID-19 tomó al mundo en gran medida por sorpresa —afirma el Director General del OIEA, Sr. Rafael Mariano Grossi—. Con ZODIAC buscamos establecer una red mundial de laboratorios que pueda apoyar a las autoridades nacionales con datos fiables, permitiéndoles así actuar con mayor rapidez y decisión”. ZODIAC ayudará a dotar de equipo a los laboratorios y a capacitar a expertos en países donde podrían surgir enfermedades zoonóticas. El apoyo que se presta a los países en sus esfuerzos para detectar posibles agentes patógenos de virus, y la capacitación que se imparte en las técnicas nucleares y conexas más recientes, permite a los laboratorios detectar posibles virus de origen animal y, de esta manera, actuar antes de que estos provoquen enfermedades humanas.
“Hoy en día, el mundo se enfrenta a las consecuencias de dos importantes crisis: la pandemia y el cambio climático, cuyos efectos resultan devastadores para la economía y la salud de las personas —sostiene Juan Francisco Facetti, Embajador del Paraguay ante Austria y Representante Residente de dicho país ante el OIEA—. El proyecto ZODIAC no solo prevé continuar con la estrategia de mejorar las capacidades analíticas de nuestros sistemas de salud para hacer frente a la COVID-19, sino que también nos permitirá dar un paso de gigante con miras a comprender mejor las enfermedades zoonóticas y sus secuelas”.