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Base de Datos sobre Incidentes y Tráfico Ilícito

Veinticinco años de lucha contra el tráfico ilícito de materiales radiactivos

Charlotte East, Kendall Siewert

Fuente radiactiva huérfana. (Fotografía: PNRI y OIEA)

En caso de pérdida o robo de material radiactivo, la Base de Datos sobre Incidentes y Tráfico Ilícito (ITDB) del OIEA puede hacer que las autoridades tengan más probabilidades de recuperar el material, lo que reduce el riesgo de que este acabe cayendo en las manos equivocadas. La ITDB lleva 25 años desempeñando un papel importante en el fomento de la cooperación internacional y el intercambio de información en beneficio de la seguridad física nuclear a escala mundial.

La ITDB cataloga la información notificada voluntariamente relativa a la pérdida o el robo de materiales nucleares y otros materiales radiactivos, que puede abarcar desde el contrabando y la venta de materiales nucleares hasta la disposición final no autorizada y el hallazgo de fuentes radioactivas extraviadas. Los incidentes que se comunican a la ITDB tienen que ver con materiales radiactivos como el uranio, el plutonio y el torio, radioisótopos naturales y producidos artificialmente y materiales con contaminación radiactiva.

Son más de 25 años recopilando datos, por lo que disponemos de una cantidad ingente de información en que basarnos para ayudar a reforzar la seguridad física nuclear en el futuro.
Scott Purvis, Jefe de la Sección de Gestión de la Información de la División de Seguridad Física Nuclear del OIEA

Desde la creación de la base de datos en 1995 se han notificado más de 3500 incidentes; aproximadamente en el 10 % de los casos se ha confirmado que están relacionados con casos de tráfico ilícito o uso doloso. El resto han sido incidentes sobre los que no se ha determinado la intención o no se han establecido relaciones con el tráfico ilícito o el uso doloso. En el último decenio se han notificado a la ITDB más de 250 incidentes de robo de fuentes radiactivas; según se informó posteriormente alrededor de un tercio de ellas no se habían recuperado y se desconocía su paradero.

Según indica Scott Purvis, Jefe de la Sección de Gestión de la Información de la División de Seguridad Física Nuclear del OIEA, los incidentes relativos a los tipos de material nuclear potencialmente más preocupantes han disminuido de manera notable en los últimos 20 años. Sin embargo, hay quien sigue tratando de comerciar ilegalmente con otros tipos de materiales nucleares y materiales radiactivos. En el último lustro se ha notificado a la ITDB una media de seis incidentes de estas características por año, incluidas estafas con material que acabó resultando no ser radiactivo. Estos incidentes demuestran que sigue habiendo gente dispuesta a contrabandear y comercializar ilegalmente materiales radiactivos.

Intercambio de información

Una de las principales funciones de la ITDB es fomentar el intercambio de información entre los 139 países participantes sobre sucesos relacionados con la seguridad física nuclear. Los pormenores de los incidentes notificados se comunican a los puntos de contacto nacionales y a un número reducido de funcionarios habilitados del OIEA y de otras organizaciones internacionales, como la Organización Internacional de Policía Criminal‑INTERPOL. Esta información puede ayudar a las autoridades a identificar y recuperar materiales perdidos o robados, fortalecer las disposiciones nacionales de detección y respuesta y, en algunas ocasiones, contribuir a establecer relaciones entre distintos casos.

“El intercambio de información por conducto de la ITDB puede ayudar a las autoridades a evaluar un incidente y abrir paso al trazado y el establecimiento de posibles vínculos con otros incidentes que hayan tenido lugar dentro o fuera de sus fronteras”, señala el Sr. Purvis. “Esto puede facilitar la cooperación para profundizar en las investigaciones”.

En 2017 hubo un ejemplo de esa cooperación: la notificación a la ITDB del robo de un dispositivo con una fuente radiactiva propició una investigación conjunta entre dos países. Como consecuencia de la cooperación, un grupo de inspección consiguió ubicar el dispositivo en las dependencias de una empresa de ingeniería de otro país. Finalmente, el dispositivo se recuperó y, tras confirmar que se encontraba en buenas condiciones, se repatrió al país de origen para entregarlo a su propietario legítimo. En el marco de la investigación también se descubrió cómo había adquirido el dispositivo la empresa de ingeniería, a la que se imputó un delito de tenencia de artículos robados.

La ITDB cataloga información relativa a diversos tipos de materiales nucleares y otros materiales radiactivos objeto de pérdida o robo.

(Fotografía: Compañía Pública Instalaciones Nucleares de Serbia)

Análisis de los datos

Gracias a la información recopilada durante 25 años, los usuarios de la ITDB pueden examinar todos los incidentes registrados en la base a fin de identificar amenazas, tendencias y patrones comunes que puedan aclarar actividades delictivas relacionadas con material radiactivo y ayudar a los países a determinar mejoras de la seguridad física nuclear. Un patrón que se ha determinado gracias a estos análisis es que alrededor de la mitad de los robos notificados a la ITDB guardan relación con materiales durante su transporte, lo que ha dado lugar a que muchos países mejoren sus sistemas de detección de materiales radiactivos en las fronteras.

“Al analizar la información de la ITDB conocemos mejor cuestiones importantes como los tipos de materiales objeto de tráfico ilícito, las regiones que pueden resultar especialmente afectadas o los patrones de actividad. Son más de 25 años recopilando datos, por lo que disponemos de una cantidad ingente de información en que basarnos para ayudar a reforzar la seguridad física nuclear en el futuro”, afirma el Sr. Purvis. “Toda esta información puede ayudar a que cada país determine la estrategia adecuada para mejorar sus actividades de detección y prevención”.

Por ejemplo, basándose en una serie de informes presentados a la ITDB, en 2018 y 2019 las autoridades pudieron determinar qué sistemas y medidas habían de fortalecer en relación con las fuentes radiactivas presentes en la chatarra; si un artículo que contiene material radiactivo no es objeto de una disposición final apropiada, o se envía a reciclar por error, puede fundirse sin que se tenga constancia de ello y acabar contaminando la chatarra.

En el marco de este caso notificado se hallaron fuentes radiactivas potencialmente peligrosas en contenedores de chatarra en el norte de Europa. Finalmente se recuperaron todas las fuentes, que, desde entonces, están almacenadas en condiciones de seguridad en la instalación nacional de gestión de desechos radiactivos del país de origen. Aunque el caso sigue abierto y los detalles son confidenciales, con la información notificada se concluyó que es muy probable que sigan apareciendo fuentes similares en contenedores de chatarra en el futuro.

“El éxito de la ITDB se debe en gran medida a los informes de incidentes que los países participantes aportan desde hace más de 25 años. Gracias a este apoyo constante, la ITDB seguirá fortaleciendo los esfuerzos mundiales destinados a luchar contra el tráfico ilícito de materiales nucleares y otros materiales radiactivos por medio de la cooperación internacional y el intercambio de información”, señala el Sr. Purvis.

02/2020
Vol. 61-1

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