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Aceleradores y tecnología de la radiación para el desarrollo sostenible

Rafael Mariano Grossi

Rafael Grossi

“Mientras la sociedad vuelve la vista hacia la ciencia para encontrar la solución a los grandes desafíos existenciales, la comunidad científica busca respuestas en los aceleradores y sus aplicaciones. Y ahí está el OIEA, a su lado, trabajando para que países de todos los continentes tengan acceso a esta aplicación nuclear tan poderosa como beneficiosa.”

— Rafael Mariano Grossi, Director General del OIEA

“Los protones dan a un átomo su identidad, los electrones, su personalidad”. Con esta imaginativa fórmula describió el escritor Bill Bryson la composición de toda la materia. Pero también es una manera adecuada de referirse a los elementos básicos del universo. Cada partícula atómica, elemento químico e isótopo revela información sobre la naturaleza, el pasado y el potencial de la materia que forma. Los aceleradores y demás tecnologías de la radiación son instrumentos de gran valor para estudiar los átomos y trabajar con ellos.

Los aceleradores pueden revestir muchas formas y tamaños, y en la actualidad existen más de 20 000 en funcionamiento en todo el mundo. Ayudan a crear radiofármacos, curar enfermedades, preservar alimentos, monitorizar el medio ambiente, fortalecer materiales, comprender la física fundamental, estudiar el pasado e incluso resolver delitos.

Esta edición del Boletín del OIEA explora distintos tipos de aceleradores y examina las numerosas maneras en que el OIEA presta apoyo a las aplicaciones de estos en los ámbitos de la salud, la agricultura, la investigación, el medio ambiente y la industria. Muchas técnicas de aceleradores funcionan y ofrecen todos estos beneficios a partir de diferentes tipos de radiación. Un gran número de aplicaciones industriales que utilizan aceleradores y fuentes de radiación son esenciales para la economía mundial y con miras a alcanzar el desarrollo sostenible.

Los laboratorios del OIEA en Seibersdorf (Austria) prestan apoyo a investigadores de todo el mundo a fin de utilizar la radiación ionizante de distintas maneras, por ejemplo, para desarrollar cultivos resilientes al estrés ambiental, así como para esterilizar a los insectos macho que se emplean en una técnica especial de control de plagas que acaba con las poblaciones de mosquitos, moscas tsetsé y mosca de la fruta en América Latina, África, Asia y Europa.

Este número del Boletín también aborda la manera como la radiación ionizante ha ayudado a preservar una embarcación antigua; cómo se utiliza para reutilizar y reciclar plásticos; de qué manera puede proteger los alimentos de las plagas y la descomposición, y cómo ayuda a autenticar y datar objetos.

En el OIEA contribuimos a fomentar la innovación en la esfera de los aceleradores y las tecnologías de la radiación. Para ello, este año acogeremos dos conferencias importantes: la Conferencia Internacional sobre Aceleradores para la Investigación y el Desarrollo Sostenible, la primera de estas características, y la Segunda Conferencia Internacional sobre las Aplicaciones de la Ciencia y la Tecnología de la Radiación, un encuentro que no solo se ocupará de los aceleradores, sino que también explorará las posibilidades de aplicación, en sentido más amplio, de las fuentes de radiación ionizante existentes.

Estos eventos reunirán a las comunidades que utilizan y que más se benefician de estas tecnologías y les brindarán la posibilidad de poner en común sus experiencias y prácticas óptimas y, de esta manera, promover y difundir los avances científicos en pro del desarrollo.

Mientras la sociedad vuelve la vista hacia la ciencia para encontrar la solución a los grandes desafíos existenciales, la comunidad científica busca respuestas en los aceleradores y sus aplicaciones. Y ahí está el OIEA, a su lado, trabajando para que países de todos los continentes tengan acceso a esta aplicación nuclear tan poderosa como beneficiosa.

05/2022
Vol. 63-2

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