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Átomos para sacar a la luz la verdad

Técnicas analíticas basadas en aceleradores detectan falsificaciones de obras de arte

Joanne Liou

Extracción de una fibra del lienzo de un supuesto cuadro impresionista para determinar si se trata de una obra falsificada.

(Fotografía: L. Beck/Universidad de París-Saclay)

El primer paso para conocer la historia que hay detrás de un cuadro suele ser identificar al artista y determinar cuándo se pintó. Y a decir verdad, hay pinturas supuestamente valiosas que cuentan una historia de engaño delictuoso. La falsificación de obras de arte puede ser lucrativa y pasar inadvertida, pero hay técnicas analíticas, como la datación por radiocarbono basada en la espectrometría de masas con aceleradores (AMS), que permiten detectar las imitaciones.

“Las técnicas analíticas nucleares son un poderosísimo medio para determinar la composición, el origen, la autenticidad y la antigüedad de muestras u objetos y, por ello, guardan relación directa con la criminalística —dice la Sra. Aliz Simon, Física Nuclear del OIEA—. En este contexto, las técnicas nucleares pueden ser instrumentos eficaces para diversos propósitos, como investigar falsificaciones de arte, detectar tanto el comercio ilícito como alimentos falsificados y medicamentos de calidad inferior a la norma, y analizar pruebas indiciarias (por ejemplo, fragmentos de vidrio del lugar donde se ha cometido un delito)”.

La criminalística es la aplicación de métodos científicos o conocimientos especializados para examinar pruebas que sirvan de apoyo en la investigación de delitos. Abarca diversas disciplinas que van desde los análisis de ADN y huellas dactilares hasta los análisis de vidrio y los relativos a la composición. En la esfera de la criminalística se utilizan aceleradores para analizar la composición, la estructura, la antigüedad y otras propiedades de un material. “Los rayos X, los neutrones y los iones presentan ventajas con respecto a métodos convencionales —afirma la Sra. Simon—. Permiten analizar una partícula entre millones y determinar su origen con gran exactitud, sin alterar las pruebas”.

Las técnicas analíticas nucleares son un poderosísimo medio para determinar la composición, el origen, la autenticidad y la antigüedad de muestras u objetos y, por ello, guardan relación directa con la criminalística.
Aliz Simon, Física Nuclear, OIEA

Datación por radiocarbono

Todos los seres vivos, y por extensión el lienzo (de fibras naturales) o el marco (de madera) de un cuadro, absorben carbono de la atmósfera, incluido carbono 14, que es un isótopo inestable que se desintegra a una velocidad conocida. Cuando una planta o animal muere, deja de absorber carbono y el carbono radiactivo ya acumulado se desintegra. Es posible determinar la antigüedad de un material a partir de la cantidad de carbono 14 presente, midiendo con AMS la proporción de los isótopos del carbono. Esta técnica, conocida como datación por radiocarbono, se utiliza mucho para datar fósiles y, desde hace poco, para datar presuntas falsificaciones de arte. “La datación por carbono 14 de lienzos determina la antigüedad máxima de una obra de arte atendiendo al tiempo transcurrido entre el cultivo del lino con que se fabricó el lienzo y el momento en que se pintó la obra”, señala la Sra. Lucile Beck, responsable del Laboratorio de Medición de Carbono 14 de la Universidad de París-Saclay en Francia.

La cantidad de carbono 14 en la atmósfera ha fluctuado en los últimos años, sobre todo desde mediados de la década de 1940 y 1950, como resultado de los ensayos de armas nucleares. La concentración de carbono 14 en la atmósfera alcanzó su máximo nivel en torno a 1964 y ha disminuido desde entonces. “Podemos determinar con facilidad los materiales que contienen radiocarbono reciente derivado de armas dado que sus concentraciones de carbono 14 superan los niveles anteriores a los años cincuenta”, explica la Sra. Beck.

Durante una investigación sobre posibles falsificaciones llevada a cabo en 2019 por la Oficina Central para la Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales de Francia, la Sra. Beck realizó pruebas con dos cuadros de una colección que, según se creía, databa de finales del siglo XIX y principios del XX. El personal investigador reunió muestras de fibra de los lienzos y las redujo a aproximadamente un miligramo de carbono, que a continuación se midió con AMS.

“Gracias a la datación por radiocarbono con AMS, pudimos demostrar que dos cuadros (uno impresionista y otro puntillista) eran falsificaciones —concluyó la Sra. Beck—. Dado el exceso de carbono 14 detectado en las fibras, los cuadros no pudieron ser pintados a comienzos del siglo XX por los supuestos artistas, fallecidos en los años cuarenta, pues el contenido de las fibras reveló que los lienzos se habían fabricado a mediados de los años cincuenta o, más probablemente, después de 2000”. Los niveles de carbono 14 medidos se correspondían con los niveles previos y posteriores al máximo alcanzado en los años sesenta.

Fomento de técnicas nucleares en la criminalística

En 2017, el OIEA dio inicio a un proyecto coordinado de investigación de cuatro años de duración con el objetivo de mejorar las técnicas analíticas nucleares para responder a las necesidades de la criminalística. El proyecto se concentró en tres áreas principales: el análisis de vidrio, la autenticación de alimentos y el patrimonio cultural, incluida la investigación de falsificaciones en el mundo del arte. Los participantes del proyecto provenían del Brasil, Croacia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría, la India, Israel, Italia, Jamaica, Portugal, Singapur, Suiza y Viet Nam. Algunos resultados del proyecto, que abarcan desde el análisis de café hasta muestras de vidrios de parabrisas, así como el estudio de falsificaciones de obras de arte en Francia, ya están publicados en un número especial de la revista Forensic Science International.

En el marco del proyecto, el OIEA celebró en 2019 un taller junto con el Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam en Trieste (Italia). En él se hizo hincapié en cómo las técnicas basadas en aceleradores pueden complementar métodos habituales de la criminalística en la investigación de delitos. Al mismo tiempo, el OIEA también puso en marcha un curso de aprendizaje virtual sobre técnicas analíticas nucleares para la criminalística.

Aprovechando el éxito del proyecto, el OIEA firmó en 2021 un memorando de entendimiento con el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia (UNICRI), a fin de fomentar la cooperación destinada a prevenir y combatir actividades delictivas mediante la ciencia y la tecnología nucleares.

El OIEA tiene previsto como próximo paso iniciar un proyecto coordinado de investigación, a modo de seguimiento, centrado en la detección del comercio ilícito de objetos de patrimonio y la extracción ilícita de metales preciosos.

05/2022
Vol. 63-2

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